Cómo tener un diálogo interno positivo en la crianza de los hijos

Existen momentos complejos en la vida familiar. La crianza y educación del bebé no están exentas de complicaciones y dificultades. Sin embargo, la respuesta ante un imprevisto es todavía más compleja cuando el diálogo del adulto adquiere un tono negativo. Un diálogo interno positivo es aquel que transmite ánimo, confianza, respeto y aceptación hacia uno mismo. Un tono negativo, por el contrario, es aquel que alimenta la culpa, el resentimiento o la rabia.

La conciliación laboral, las responsabilidades familiares y la velocidad con la que se suceden los cambios en el ritmo de vida actual hacen que la prisa esté muy presente. Y como consecuencia de ello, también es posible tomar decisiones de forma automática. De este modo, los mensajes que están integrados en el diálogo interno pasan desapercibidos. ¿Pero cómo alimentar esa voz para que sea más positiva y amable? Compartimos cuatro consejos para padres y madres.

1. ¿Cómo te hablaría una persona que siempre te abraza con sus palabras?

Es posible pensar en el ejemplo de una madre, un abuelo, un padre, un buen amigo o un mentor. ¿Quién es esa persona que sientes que te abraza con sus palabras en los momentos de dificultad? Pues bien, intenta observarte a ti mismo a través de su mirada. Y háblate con el cariño que mereces incluso en las situaciones más difíciles.

2. ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a otro padre que estuviese en tu situación?

Un buen amigo se convierte en un refugio en los momentos difíciles. Su compañía es un apoyo sincero. Pues bien, un diálogo interno positivo simboliza la amistad que una persona tiene consigo misma. En ocasiones, el modo de percibir una situación cambia cuando el hecho se analiza de forma externa. ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a otro padre que esté en tu situación?

3. Escribe autoafirmaciones positivas

Con frecuencia, el diálogo interno es muy repetitivo. A pesar de ello, existen ideas recurrentes que pasan desapercibidas. La escritura, por el contrario, te ayuda a exteriorizar esos mensajes. ¿Cómo integrar autoafirmaciones positivas en tu diálogo interno? Crea una lista con fórmulas que te inspiren. Integra esas frases en tu lenguaje cotidiano de forma intencional. De hecho, puedes utilizarlas como un mantra en aquellos momentos en los que quieres cambiar el rumbo de tu diálogo interno cuando tomas conciencia de que te estás hablando de un modo negativo.

4. Cultiva el agradecimiento al inicio y al final del día

También puedes alimentar este sentimiento en otros momentos de la jornada. Pero puedes hacer un espacio en la rutina para dar las gracias por aspectos relacionados con la vida familiar y con otros campos de la existencia. Es importante que los pequeños detalles no pasen desapercibidos en la atención diaria.

Tener un diálogo interior positivo no solo mejora la autoestima y la relación que tienes contigo como padre o madre. Además, también incrementa la autoconfianza y el bienestar en la crianza, incluso en aquellas situaciones que se presentan como un reto complejo. Aunque cuentes con un entorno protector que forma parte de tu red de apoyo, es importante que te cuides y te acompañes en los retos del día a día.

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