Cómo superar la presión social para comprar un móvil a tu hijo
El teléfono móvil no es un producto indispensable en la infancia, sin embargo, muchos padres, motivados por la presión social de una tecnología que está tan integrada en las familias, deciden comprar un móvil a sus hijos. En muchos casos, no se trata de una decisión consciente que responde al criterio personal. Es decir, es una medida que sigue la inercia de aquello que hace la mayoría o, al menos, de aquello que se percibe en el entorno más cercano. ¿Cómo superar la presión social en la compra del primer teléfono móvil?
1. Confía en tu criterio
Es posible llegar a relativizar el valor del punto de vista personal cuando el criterio de la mayoría parece mostrar una perspectiva diferente. Sin embargo, no se trata solo del teléfono móvil, sino de cómo quieres educar tú a tu hijo. Es decir, es importante que confíes en tu opinión. También puedes consultar el criterio de un especialista para valorar cuestiones concretas.
2. Valorar otras alternativas
El teléfono móvil facilita la interacción y la comunicación entre distintas personas. Sin embargo, cuando una persona analiza la situación más allá de la presión social, puede encontrar otras alternativas. Por ejemplo, el niño puede recibir mensajes o llamadas al número de teléfono del padre o la madre.
3. No conviertas el teléfono móvil en un regalo
Con frecuencia, el primer teléfono móvil llega en forma de regalo con motivo de una celebración especial como, por ejemplo, la Primera Comunión. En el momento en el que decidas comprar un móvil a tu hijo, ten en cuenta los beneficios que esa medida puede brindarle. Pero, si buscas una idea de regalo educativo, puedes encontrar otras muchas alternativas.
4. ¿Qué hacer cuando otros familiares quieren regalar un móvil a tu hijo?
A veces, la presión social se percibe de forma más directa en el entorno familiar cuando algún ser querido muestra su deseo de regalar un teléfono móvil a tu hijo. Sin embargo, es un obsequio que tiene unas características muy particulares.
Por ello, la decisión final debe estar respaldada, ante todo, por el criterio de los padres. En consecuencia, agradece el gesto, pero explica tu deseo de esperar hasta que llegue el momento en el que tu hijo esté realmente preparado para utilizar de forma responsable el dispositivo.
5. La medida del tiempo va más allá de la edad
La pregunta en torno a cuándo comprar el primer teléfono móvil a un niño parece girar, principalmente, en torno a la edad. Sin embargo, la edad es un dato que no define de forma objetiva cuál es el momento oportuno. Al menos, no es una cuestión que especifique de forma general cuál es el instante perfecto. Sencillamente, los tiempos personales están más relacionados con los procesos internos, los ritmos personales y el nivel de madurez. Esta es una de las razones para evitar la presión social en la compra de un teléfono móvil.
La presión social conecta con muchos temores como el miedo al qué dirán o el temor a ser diferente. Pero un móvil no es un bien de primera necesidad para un niño.
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