Cómo superar una crisis de pareja tras la llegada del bebé
El cambio es una constante universal en la vida. Incluso si una persona se esfuerza por mantener su zona de confort habitual, no puede evitar que las novedades lleguen a su biografía. A veces, los cambios afectan de manera individual.
En otros casos, las novedades se viven en pareja. Cuando una pareja tiene su primer hijo cambia algo significativo entre ambos: al rol de pareja desempeñado hasta el momento, se suma una nueva perspectiva: la de padres. La relación que cada persona tiene consigo misma influye en cómo se siente con los demás. En este contexto, a veces ocurre que la persona experimenta los síntomas de la depresión postparto.
¿Cuáles son las dificultades que propician la aparición de esta crisis?
Diferencias de pareja
Las expectativas que ambos tenían de este momento pueden ser distintas a las visualizadas con anterioridad puesto que esta es una de esas experiencias que alcanza su máxima expresión en la realidad vivencial. Es en este momento cuando una pareja puede encontrar diferencias que hasta ese momento no se habían manifestado tan claramente. Cada persona es única y está condicionada por su propia historia de vida.
El rol de padres ocupa casi todo el espacio de pareja
En este momento de descubrimiento e introspección, los protagonistas pueden sentir que la balanza marca su equilibrio hacia el tiempo dedicado al rol de padres frente a espacios de pareja que quedan reducidos de forma significativa.
Sin embargo, es recomendable que observes este hecho en su perspectiva temporal puesto que, con el paso del tiempo, ambos podréis reestructurar este equilibrio por medio de la paciencia, la comunicación, el establecimiento de un proyecto familiar compartido y el aprendizaje.
Cambio de circunstancias
Con la llegada del bebé cambian las circunstancias de pareja y esto influye también en el estilo de vida: la gestión de la economía familiar, la identificación de los gastos prioritarios y también queda atrás un escenario propicio para improvisar planes para dos en el último momento. El cansancio también influye en el estado de ánimo.
El tiempo sigue siendo el mismo de antes, sin embargo, la perspectiva de su gestión cambia por completo. Conciliar lo profesional, lo personal, la familia y la gestión de rutinas tan frecuentes como las tareas del hogar también puede hacer que los protagonistas se sientan vulnerables a pesar de la ilusión de esta etapa.
Cómo superar la crisis de pareja después del primer hijo
Cada historia es diferente, por ello, cada pareja puede profundizar en torno a cuáles creen que son las causas de esta situación pudiendo producirse un cúmulo de detalles que han derivado en este contexto. También es recomendable observar esta posibilidad no solo a posteriori, sino también de manera anticipada por medio de la preparación de este momento.
Es decir, cuando una pareja espera un niño o desea ampliar la familia también puede dedicar tiempo a preparar esta bienvenida en aquellos detalles que puede gestionar, evitando cometer el error de dar por hecho ciertos temas en los que cada uno puede tener su propio punto de vista. Por ejemplo, la educación y la conciliación.
¿Qué hacer para superar esta crisis de pareja?
A continuación, te damos ideas de apoyo para superar este proceso:
- Poner en valor la relación en sí misma. Dando un salto en el tiempo hacia el futuro, en algún momento, el hijo se marchará de casa para emprender su propio proyecto de vida. Sin embargo, la relación de pareja puede permanecer más allá de estos cambios. Intenta que el amor hacia el bebé no eclipse lo especial que es para ti la persona con la que compartes tu vida.
- Construir el amor desde este nuevo tiempo. Intenta no comparar esta nueva etapa con instantes previos puesto que esta comparación no es objetiva. No es conveniente dar la espalda a los cambios que se están produciendo. Es recomendable aceptarlos y gestionarlos no desde la preocupación sino desde la actitud proactiva y la colaboración frecuente. Este es un momento especial de vuestras vidas, un tiempo de cambio que en muchos aspectos no resulta sencillo. Sin embargo, intenta aplicar la técnica del reencuadre temporal para observar este proceso en su dimensión de presente. Habla con otros padres y madres que han vivido esta situación para obtener esta perspectiva.
- Red de apoyo. No solo es constructivo cuidar la relación de pareja y el amor incondicional hacia el bebé, sino que también es positivo mantener una red de apoyo familiar y de amigos puesto que esta sensación de pertenencia también incrementa la resiliencia frente a las dificultades. Por ejemplo, aquellos espacios de ocio en los que el padre y la madre desconectan de la rutina del hogar reducen el estrés y elevan la felicidad. Prioriza la calidad del tiempo de ocio individual frente a la cantidad. Y establece un plan de acción en colaboración con tu pareja para mantener estos espacios propios que ambos necesitáis.
- Amigos medicina. Puedes hablar con alguien de tu confianza sobre cuestiones propias de este tiempo. Hablar de ello puede servirte como desahogo porque la amistad es medicinal para el ánimo. Confía en alguien que sea discreto.
En algunos casos, esta crisis de pareja vivida después del nacimiento del primer hijo reafirma la evidencia de las dudas previas en la relación. Es decir, si la fragilidad de la historia mostraba síntomas específicos, esto puede incrementarse en este nuevo periodo. En otros muchos casos, esta distancia es temporal. Intenta ser más comprensivo contigo ante el riesgo del perfeccionismo y ofrece más caricias emocionales a tu pareja puesto que, desde su perspectiva, también convive con sus dudas, ilusiones, esperanzas y dificultades de cada día. Intenta incrementar el número de mensajes de gratitud y reduce las quejas que te alejan del rol protagonista que mereces protagonizar en este momento de tu historia.
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