Cómo ser la mejor madrastra del mundo
Actualmente las familias tienen estructuras diferentes, esto genera que se creen vínculos diferentes en donde lo fundamenta es el amor. Hoy te daremos algunos puntos claves para que puedas ser la mejor madrastra del mundo o, por lo menos, intentar serlo.
Si estás conviviendo con una pareja con hijos en un comienzo puede convertirse en todo un desafío, pero las gratificaciones serán cada día mayores. Ser madre es una tarea que requiere de mucho trabajo y dedicación y los vínculos con los niños se irán construyendo todos los días.
A lo largo de los años se van generando cambios en los vínculos entre los padres y los hijos, estos cambios se podrían potenciar más si los hijos no son de ambos padres.
Un punto muy importante es no ponerte continuamente a la defensiva, evitar criticar todo lo que hagan los niños o hablar mal de su madre. Puede suceder que en el primer contacto los niños mantengan una conducta hostil o extraña y que te juzguen, piensa que para ellos eres una verdadera extraña y pueden sentir que llegaste a su vida para competir con el amor de su padre.
Lentamente los vínculos se comenzarán a acomodar.
Pero debes relajarte y no tomar esta situación de manera dramática, a medida vaya pasando el tiempo su conducta cambiará, aunque este cambio dependerá mucho de tu conducta y de sus sentimientos.
La relación que se establezca podrá depender de la edad de los niños y de la manera en que ellos puedan enfrentar la situación. No es lo mismo cuando los hijos de tu pareja son muy pequeños a si estamos frente a adolescentes.
Consejos para mejorar los vínculos
A continuación te brindaremos algunos consejos que puedes tener en cuanta si quieres mejorar la relación con los hijos de tu pareja.
En primer lugar hablaremos de la aceptación. Debes saber que tu pareja tiene hijos y que ellos siempre serán muy importantes para él. Esto no se puede cambiar y cuando aceptes esta idea más fácil será la aceptación, en especial si el contacto con los niños es diario.
Dependiendo de la edad de los niños podrás poner las cosas claras desde un comienzo. En base a su edad podrás explicarle de forma clara y simple cómo será la relación que tendrás con ellos a partir de ese momento. Al hablar hazlo siempre con amor, son niños y siempre quieren ser queridos y aceptados.
Sabemos que nadie puede obligar a querer a nadie, pero lo importante es mantener un respeto mutuo. Es necesario que dejes en claro que no buscas reemplazar a la madre de ellos y que la convivencia se puede enfocar en la tolerancia y en el respeto.
Si los niños se muestran intolerantes, agresivos o crueles no pierdas la calma, especialmente con los más pequeños y con los adolescentes. Si tienes que poner límites en alguna situación siempre ponlos con mucha suavidad, que los niños no sean propios no significa que no requieren límites, ellos deberán respetar ciertas normas de convivencia y tener obligaciones.
Y, por último, nos referiremos al tiempo, un punto clave en toda relación. Con el paso de los meses las cosas se irán acomodando y lo que parecía terrible los rimeros días ya pasarán a ser parte de un recuerdo. Lentamente los vínculos se comenzarán a acomodar y ambas partes podrán notar los cambios y los logros.
Vía | En plenitud
Foto | Pixabay – Miapowter
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