Cómo ser flexible en la crianza sin caer en la permisividad

Cómo ser flexible en la crianza sin caer en la permisividad

Escrito por: Maite Nicuesa    12 noviembre 2022    3 minutos

Las normas son muy positivas en la educación y la crianza de los niños, pero también es esencial ser flexible en el cumplimiento de esos principios

Las normas utilizadas en la educación y la crianza tienen sentido por su aplicación práctica. Añaden una referencia en el mapa de la vida. Es decir, son señales que aportan seguridad, confianza y protección. El sentido de una norma elegida de forma consciente hace referencia a aquello que es recomendable para el niño en la mayoría de las ocasiones.

En definitiva, se aplican de forma constante y frecuente. Pero eso no quiere decir que una norma deba considerarse como un criterio totalmente inamovible. Desde esta perspectiva, surge la posibilidad de adoptar una mayor flexibilidad en momentos concretos de la vida familiar.


La ausencia de un comportamiento flexible puede manifestarse en la rigidez mental que refleja una visión reduccionista de una situación. Sin embargo, también existen algunas creencias limitantes sobre la flexibilidad en la crianza. Por ejemplo, a veces se confunde con la permisividad. Pues bien, hay una distancia significativa entre ambos conceptos. ¿Cómo ser flexible sin caer en la permisividad?

1. Reflexiona sobre la razón de tus decisiones

Ser flexible no implica actuar de manera aleatoria bajo la influencia del azar. Existe una razón de ser y una intención positiva en la decisión tomada. Es importante que identifiques el motivo por el que crees que es conveniente ser más flexible en ese momento. La reflexión en torno a la permisividad no tiene una base tan sólida. La persona actúa principalmente por la influencia de factores y circunstancias externas.

Como Ser Flexible En La Crianza Pero Sin Caer En La Permisividad

2. Encuentra el equilibrio y el balance positivo

La norma es una guía práctica, una referencia que ilumina las situaciones que forman parte de la vida familiar. Por tanto, lo más recomendable es que se integre de forma objetiva en la rutina cotidiana. Es aconsejable que el niño se familiarice con su significado. Es posible hacer excepciones sin que eso implique que la norma deje de ser coherente con el mensaje transmitido en el hogar. Pero las excepciones no deben ser constantes sino ocasionales. Por tanto, debe haber un equilibrio que se alinea con el sentido común.

3. Acepta las dificultades en el cumplimiento de la norma

Las normas integradas en el proyecto de vida familiar se perciben como positivas, recomendables y deseables. Pero la integración de teoría y práctica también presenta numerosos desafíos. Decir algo y hacer lo contrario es una contradicción frecuente en la educación de los niños. Confundir la flexibilidad con la permisividad es un error humano. Pues bien, esas variables también ofrecen grandes lecciones y crean puntos de inflexión.

Como Ser Flexible En La Crianza Sin Llegar A Caer En La Permisividad

4. Conecta con las necesidades de tu hijo y con tu propia realidad interna

Las normas tienen un sentido positivo. Aunque es posible reinterpretar aquello que es más conveniente a partir del contexto. Es decir, existen ingredientes muy importantes que hay que atender en aquellos momentos en los que la flexibilidad se convierte en la opción más adecuada. Quizá esa respuesta se alinee con las necesidades emocionales del niño y con su bienestar.

¿Cómo ser flexible en la crianza sin caer en la permisividad? Confía en tu criterio interno para encontrar ese equilibrio exigente, pero alcanzable.

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