¿Cómo sé si padezco un mioma uterino? Todas las claves para detectarlo y tratarlo adecuadamente

¿Cómo sé si padezco un mioma uterino? Todas las claves para detectarlo y tratarlo adecuadamente

Escrito por: Jaime Gomez    27 septiembre 2021    3 minutos

Los miomas uterinos son tumoraciones benignas y sólidas que pueden tener un tamaño muy variado y que se originan a partir de las células del músculo uterino

Los miomas uterinos son tumoraciones benignas y sólidas que pueden tener un tamaño muy variado y que se originan a partir de las células del músculo uterino (pared uterina).

Es importante conocer todo lo relacionado con estos miomas para ser capaz de detectarlo a tiempo.

¿Cuáles son los síntomas y diagnóstico de los miomas?

La forma más precisa de realizar el diagnóstico de un mioma es mediante el examen físico o tras una ecografía vaginal por un especialista en ginecología. De esta forma, no solo se pueden identificar la cantidad de miomas, sino también el tamaño de cada uno de ellos y su localización precisa.

En relación a todo lo anterior, la paciente puede presentar una serie de síntomas que están relacionados, sobre todo, con la proximidad del útero a otros órganos vecinos como la vejiga y el recto, y con la alteración de la menstruación. De esta forma, los principales síntomas incluyen:

  • Asociados con el efecto de compresión del mioma:
  • Dolor pélvico o con las relaciones sexuales.
  • Aumento de la frecuencia en las micciones.
  • Dificultad para defecar.
  • Asociados con la alteración de la menstruación:
  • Sangrado inter-menstrual.
  • Aumento de la cantidad de sangrado menstrual.
  • Aumento de la duración de la menstruación.
  • Asociado con la localización intrauterina:
  • Infertilidad

¿Cuáles son las causas de los miomas?

A día de hoy se desconoce la causa real de los miomas uterinos. De todas formas, las últimas investigaciones están encontrando ciertas alteraciones genéticas en las pacientes afectadas. Pero es algo que aún necesita ser estudiado más en profundidad en el futuro.

Lo que sí se sabe muy bien es que son tumores que dependen de los estrógenos que produce la mujer. Esto significa que solo se desarrollan durante la edad fértil comprendida entre la primera y la última regla, y tras lo cual tienden a reducirse de tamaño hasta desaparecer.

Utero

Por eso, prácticamente no existe ninguna mujer post-menopáusica que padezca de miomas uterinos. Si este fuera el caso, es obligado estudiarlos para descartar que el mioma no se haya malignizado, algo que solo ocurre en el 1% de los casos.

¿Qué mujeres pueden padecer miomas uterinos?

Generalmente se presenta en mujeres durante la edad fértil mientras tienen sus ciclos menstruales.

Lo más común es realizar el diagnóstico entre los 35 y 45 años de edad.

¿En qué consiste el tratamiento para combatir los miomas?

La inmensa mayoría de las mujeres con miomas uterinos no necesitan ningún tratamiento ya que suelen ser asintomáticas. En casos muy seleccionados con síntomas, es necesario un tratamiento específico.

Es muy importante comenzar con las estrategias terapéuticas menos invasivas orientadas a tratar el síntoma específico, como por ejemplo el dolor o las alteraciones menstruales.

Si los miomas son muy grandes y causan alguno de los síntomas antes mencionados, que alteran la calidad de vida de las pacientes, es necesario plantear algún tipo de tratamiento más invasivo. Existen medidas no quirúrgicas como la ablación mediante ultrasonidos, la embolización de los miomas, o cierto tipo de tratamientos hormonales. Pero estos son solo para pacientes muy seleccionados y con un nivel de efectividad limitado.

El tratamiento quirúrgico es, a día de hoy, el más invasivo pero el más efectivo. Suele reservarse solo para aquellos casos donde han fallado las medidas conservadoras o que presentan síntomas muy severos.

Se puede realizar la extirpación solo de los miomas en caso de mujeres que aún no han sido madres, o bien extirpar el útero, que es el órgano donde se desarrollan los miomas. Ambos procedimientos se realizan mediante cirugía laparoscópica mini-invasiva, a través de orificios en la barriga de 5 mm. Esta vía de abordaje se asocia con menor nivel de dolor postquirúrgico y una reincorporación a la vida cotidiana más rápida y efectiva.

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