Cómo motivar a los niños para lograr objetivos de Año Nuevo
Los propósitos de nuevo año no son una obligación que debe repetirse siempre con la llegada del mes de enero. Pero ofrecen una dirección que conecta con la ilusión de un nuevo capítulo. La motivación en el cumplimiento de un objetivo puede variar con el paso de los días. Y, cuando cambia la perspectiva, el nivel de importancia de una meta también parece diferente. ¿Cómo motivar a tu hijo para cumplir los objetivos de Nuevo Año?
1. Anímale a ponerlos por escrito
Cuando una persona materializa sobre el papel un deseo que quiere conseguir, exterioriza esa información. Es decir, realza su permanencia sobre el folio. La escritura actúa como un recuerdo de aquello que, en caso contrario, puede caer en el olvido. Puedes ayudarle a elegir metas sencillas centradas en el corto o medio plazo. Los propios objetivos también pueden convertirse en una fuente de inspiración para dibujar. De este modo, la meta final adquiere una representación visual.
2. Valora la posibilidad de actualizar los objetivos de Año Nuevo
La meta inicial que se plantea en el mes de enero puede reinterpretarse y modificarse con pequeños cambios conforme avanza el calendario. El cumplimiento de un propósito siempre parte de la realidad del propio contexto. Las circunstancias pueden propiciar el seguimiento de un camino concreto.
3. Refuerzo positivo
Los propósitos de Año Nuevo ponen el acento final en la meta. Sin embargo, existe un camino que está acompañado por descubrimientos, superación de obstáculos y desarrollo de la autonomía. ¿Cómo puedes motivar a tu hijo para que avance en la dirección deseada? A través de tu acompañamiento cercano. Un acompañamiento que no es sinónimo de sobreprotección.
4. Establece algún objetivo compartido
Las metas no solo pueden tener una perspectiva individual, sino también familiar. En ese caso, los distintos miembros de la familia forman parte de un proyecto en común. Y, desde tu rol de padre o madre, puedes implicarte y comprometerte para cumplir esa misión.
Así como conviene acotar el número de regalos presentes en la carta de Reyes Magos, también es esencial reducir los objetivos de Año Nuevo. El cumplimiento de los mismos resulta más complejo cuanto más crece la lista de expectativas.
Hazle algún regalo de Navidad que pueda ayudarle a conseguir sus metas
Cada propósito tiene una naturaleza única. Sin embargo, es posible encontrar un hilo conductor en torno a cualquier reto: el tiempo y la importancia de gestionarlo y planificarlo. Existen regalos sencillos que se convierten en un recurso práctico que el niño puede utilizar en el comienzo de un nuevo año. Por ejemplo, un diario en el que anote aquellos aspectos relacionados con el nuevo año y otras vivencias.
O, también, un calendario personalizado para marcar en un color llamativo algunas fechas significativas que estén relacionadas con plazos específicos. Una agenda es otro de los productos que representa de forma habitual el inicio de un nuevo comienzo.
Es positivo celebrar la meta final, una vez que se ha hecho realidad. Pero también es importante poner en valor otros logros que se producen en el camino hacia el objetivo principal, más allá de cuál sea el desenlace.
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