¿Cómo mejorar la velocidad lectora en niños? 6 consejos prácticos
Todo proceso de aprendizaje es gradual. Y este hecho también se manifiesta en la lectura. Incluso cuando el niño ya lee las palabras, puede adquirir nuevas habilidades. Al incrementar el ritmo en la lectura, el niño alcanza más conceptos. ¿Cómo mejorar la velocidad lectora en los niños? En El Blog Infantil te damos algunas ideas.
1. Leer textos diferentes
Es probable que el niño ya conozca de memoria algunas de las partes de su libro preferido. Es recomendable que tenga la oportunidad de consultar distintas lecturas para no acomodarse en una historia que le resulta tan familiar. Cada novedad literaria es una oportunidad para experimentar y lograr nuevos objetivos.
2. Leer en voz alta
La experiencia de la lectura, como vivencia cultural, trasciende al plano individual. Los libros narran historias que se comparten mediante la comunicación oral. Esta forma de expresión aporta compañía. ¿Qué beneficios ofrece este tipo de experiencia? El niño escucha el sonido de las letras, las palabras y las frases que pronuncia.
3. Lectura en voz baja
La lectura puede estar acompañada por perspectivas diferentes. Cuando el niño ya lee en voz baja, también es importante que ejercite esta práctica. En este caso, este proceso de comprensión lectora está acompañado por un silencio que invita a la concentración. Cuando el niño lee en voz alta un texto, comparte contigo ese relato a través de su entonación. Pero también puedes pedirle que te haga partícipe del relato que ha descubierto en voz baja.
4. Textos breves
A través del encuentro constante con la lectura, el niño irá logrando nuevos objetivos. Sin embargo, es recomendable que la extensión del fragmento seleccionado para llevar a cabo este ejercicio sea breve. Textos cortos adecuados para la edad del niño ya que, en ese caso, poseen un lenguaje comprensible para el lector. Reconocerá muchos de los términos que forman parte de la composición, pero es probable que también se detenga en aquel concepto que descubre por primera vez.
5. Señala la línea de lectura
Cuando compartas un momento de lectura con tu hijo, identifica en el texto la localización de cada palabra al indicar la línea de lectura con el dedo. Esta información visual ayuda al niño a contextualizar el párrafo dentro de un texto más amplio.
6. Comprensión lectora
Un ritmo de lectura que no está acompañado por la comprensión del texto, pierde de vista lo esencial de esta experiencia. Por tanto, también puedes comentar con tu hijo algunas de las novedades que forman parte de la obra, en el transcurso de la nueva página. Pero incluso antes de empezar a leer la primera línea, también es posible presentar este relato con una breve introducción que aporte información práctica para el lector.
La lectura es uno de los planes que el niño puede disfrutar en cualquier momento del año, un pasatiempo que resulta especialmente apetecible en días de frío intenso. Las librerías infantiles ofrecen un amplio catálogo de historias para descubrir nuevas aventuras.
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