Cómo mejorar la comunicación con el pediatra: consejos para padres
Padres y madres pueden implicarse para mejorar la comunicación con los profesionales de una escuela infantil, con la cuidadora que han contratado para cuidar a su hijo en verano y, por supuesto, también pueden potenciar el diálogo con el pediatra. Educación y salud son dos temas muy importantes para las familias. Por ello, en este artículo nos centramos en el campo del bienestar para proponer cuatro consejos clave para mejorar la comunicación con el pediatra.
El experto, como profesional especializado, aplica la inteligencia emocional, la personalización y la asertividad en el trabajo desarrollado en la consulta. Sin embargo, las familias no desempeñan el papel de espectadoras, sino que pueden facilitar la calidad de la comunicación a través de medidas muy sencillas.
1. Confianza: no pongas en duda el criterio del profesional
Hoy en día, las familias tienen acceso a tanta información relacionada con temas de salud que pueden llegar a la consulta creyendo que tienen una idea clara del significado de algunos síntomas observados en el bebé. Sin embargo, ninguna fuente de información sustituye el criterio profesional de quien, a partir del diagnóstico personalizado y la observación, tiene la preparación necesaria para establecer una conclusión clara. Si tienes dudas sobre alguna cuestión concreta, pregunta.
2. Llega con puntualidad a la consulta
La comunicación en la consulta del pediatra puede verse potenciada o condicionada por factores que contextualizan el momento en el que se desarrolla la visita. La puntualidad, por ejemplo, alimenta la tranquilidad mientras que, un retraso respecto a la hora prevista genera tensión. Aunque siempre pueden producirse imprevistos, conviene planificar la visita al pediatra para llegar en la hora indicada a la consulta.
3. Escucha atenta
La escucha es importante en la consulta de pediatría porque reduce de forma significativa los errores de interpretación, los ruidos en la interacción y los bloqueos. El entrenamiento de la capacidad de escucha es clave para atender el mensaje y, también, para esperar el turno de palabra para intervenir en el contexto del diálogo. Utiliza la pregunta más adecuada en función de la información que quieres conocer.
En ocasiones, el interrogante puede presentar una forma cerrada, si la respuesta se reduce a una aclaración que se sintetiza en un monosílabo. Sin embargo, tal vez necesites una aclaración más amplia sobre un asunto específico que, en consecuencia, está introducido por una pregunta abierta que el pediatra responde en un lenguaje accesible para las familias.
4. Amabilidad, clave en la relación entre familias y pediatras
Un buen pediatra no solo es aquel que tiene un currículum brillante en su especialidad, sino quien aplica la amabilidad en el trato con las familias. Sin embargo, este ingrediente es bidireccional y, en consecuencia, requiere de una reciprocidad. Es decir, padres y madres también pueden mostrar esta habilidad desde su llegada a la consulta. Y la amabilidad no solo puede transmitirse por medio de las palabras, la actitud o el tono de voz. No olvides que tus gestos, tu postura corporal y el lenguaje no verbal pueden reflejar un comportamiento amable y cercano.
A veces, padres y madres también pueden experimentar preocupación y emociones desagradables si sienten algún tipo de inquietud. Pues bien, también puedes compartir tus sentimientos.
Comentarios cerrados