¿Cómo mejorar la comunicación afectiva entre padres e hijos?
La comunicación afectiva es aquella que propicia la conexión emocional por medio de la expresión de sentimientos y emociones. En la recta final de año es positivo realizar un balance sincero de aquellos aspectos de la comunicación familiar que pueden perfeccionarse. Para avanzar en la consecución de nuevos objetivos, puedes apoyarte en aquellos hábitos y rutinas positivas que quieres potenciar en el hogar.
¿Cómo mejorar la comunicación afectiva entre padres e hijos? En El Blog Infantil compartimos cinco consejos.
1. Haz espacio a las emociones agradables y desagradables
La comunicación no solo puede girar en torno a la alegría o la ilusión. Los hechos que se convierten en tema de una conversación también pueden producir tristeza, decepción o ira. Todas las emociones son positivas en sí mismas. No solo es posible poner el acento en la descripción de una situación por medio de datos que describen ese escenario. La realidad externa también está en conexión con la vivencia interna. Una vivencia emocional que puede expresarse por medio de la comunicación afectiva.
2. Reduce las interrupciones
Existen obstáculos externos que pueden convertirse en un motivo de distracción. Estar permanentemente conectado al teléfono hace que la tecnología se utilice como un fin, y no como un medio. Por otra parte, cuando la prisa se traslada a los niños, también surge un obstáculo que entorpece una comunicación emocional que evoluciona al ritmo de la calma.
3. Realiza preguntas abiertas
La comunicación afectiva es aquella que se produce entre dos o más personas. Surge un diálogo en el que se presenta un intercambio de información. La pregunta es uno de los recursos utilizados para dar voz al interlocutor. Los interrogantes abiertos son aquellos que, por sus propias características, propician un desarrollo más elaborado de la respuesta. La contestación no se reduce a un monosílabo, como suele ocurrir con una pregunta cerrada. No des por hecho que ya sabes cómo se siente tu hijo. Reduce la interpretación y potencia el valor de las preguntas realizadas de forma consciente.
4. Escucha también con la vista
La comunicación afectiva no solo gira en torno a la palabra. La capacidad de escuchar de forma consciente, por tanto, va más allá del sentido del oído. El lenguaje corporal expresa estados de ánimo, sentimientos y sensaciones. De hecho, puede transmitir información que no ha quedado de manifiesto en la interacción verbal. Los gestos de la cara, la postura corporal y el movimiento forman parte del lenguaje humano. Por ello, observa de forma atenta la expresividad que se desarrolla a través de esta vía.
5. Respeto a la intimidad
El respeto a la privacidad inspira confianza. En consecuencia, es un pilar clave en los vínculos de amistad y familia entre adultos. Una protección de la intimidad que también es un derecho que hay que proteger en la infancia. Por ejemplo, es importante no minimizar, desde la perspectiva de la madurez, el efecto que un hecho ha producido en el niño. Y, en consecuencia, esa información no debe transmitirse a terceras personas si no existe un motivo justificado.
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