Cómo mantener la estabilidad en la pareja después de ser padres
Generalmente, el nivel de estabilidad alcanzado en una relación de pareja se convierte en un criterio a valorar antes de la formación de una familia. Pero el grado de estabilidad no tiene por qué mantenerse invariable y estático tras el nacimiento del bebé. A partir de ese instante, comienza una nueva etapa. Y, también, surge una nueva estructura en el sistema familiar. ¿Cómo potenciar la estabilidad en la pareja después de ser padres?
1. Crear un vínculo de equipo en la educación y la crianza
Allí donde existe una verdadera visión de equipo, se reducen los enfrentamientos y los conflictos. Por el contrario, crece la colaboración, el entendimiento y el apoyo mutuo. El nacimiento del bebé simboliza el comienzo de un periodo de aprendizaje para ambos. También surgen dudas, desorientación e inseguridades. Esos factores se reducen cuando cada uno trata al otro como un aliado, es decir, como un verdadero compañero de viaje.
2. Potenciar la comunicación más allá del propio amor
La estabilidad en pareja no solo remite al plano de los sentimientos. Existen numerosos aspectos que pueden fortalecer el lazo o, por el contrario, debilitarlo. Las conversaciones mantenidas pueden abordar un amplio campo de temas: gestión de las finanzas, proyecto de vida familiar, reparto de las tareas de la casa, estilo de crianza, expectativas sentimentales…
3. Crear un apego seguro
La confianza es un ingrediente muy necesario en una historia de amor. Una sinceridad que también crea puentes en el rol de padres. Una forma de apego seguro no solo nutre las bases de la relación, sino que impacta de forma positiva en el clima familiar. En consecuencia, protege el bienestar emocional del menor.
4. Disfrutar con la aparente sencillez de la rutina
Con frecuencia, la belleza de la rutina se echa de menos cuando ocurre algo que rompe con el guion previo. Sin embargo, el encuentro cotidiano con la rutina también puede llevar a la confusión de creer que el amor ha caído en la monotonía. El bebé ocupa un lugar importante en la vida familiar. Todas las etapas son pasajeras y temporales. Por ello, conviene disfrutar de cada periodo a través de la presencia consciente.
Puede surgir la añoranza por los momentos vividos en pareja antes de la formación de una familia. La nostalgia no es un signo negativo cuando se produce en este contexto, pero sí se convierte en un elemento limitante cuando impide disfrutar verdaderamente del ahora.
5. Aceptación
Tras la idealización de la imagen del otro, que se enmarca en el periodo de enamoramiento, surge una visión más nítida de la realidad del otro. En ese momento, las parejas perciben sus defectos y manías. Pues bien, después de formar una familia, cada uno descubre al otro en el contexto de un nuevo rol. Cada uno tiene su propia forma de hacer las cosas o su punto de vista en torno a qué es más adecuado. Del mismo modo, cada persona muestra sus fortalezas, pero también exterioriza sus debilidades. ¿Cómo incrementar la estabilidad en esta etapa? Acepta al otro tal y como es (al igual que tú deseas que se respete tu propia esencia).
Una persona sí tiene la capacidad de crecer, cambiar y evolucionar. Pero la motivación para el cambio reside, principalmente, en uno mismo. Y la crítica constante suele producir el efecto opuesto al esperado. La aceptación, por el contrario, crea las bases para conversar con transparencia en torno a las expectativas individuales y compartidas.
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