Cómo incrementar la capacidad de ahorro en familias con hijos
El deseo de ahorrar dinero a fin de mes es un reto frecuente en numerosos momentos de la vida, por ejemplo, antes de tener un hijo. Sin embargo, dicho objetivo debe profundizar en un aspecto esencial: la capacidad de ahorro. Hay que tener en cuenta que la situación económica de cada hogar es diferente.
A partir de las circunstancias a corto y medio plazo, quizá sea posible optimizar los recursos disponibles de un modo más eficiente. ¿Cómo pueden las familias con hijos incrementar su capacidad de ahorro? A continuación, compartimos seis consejos.
1. Haz un diagnóstico de la situación financiera
La capacidad de ahorro pone en conexión los gastos y los ingresos que se contextualizan en la vida familiar. Es importante hacer un balance de ambos conceptos para concretar qué cantidad de dinero puede destinarse directamente a un fondo de ahorro.
2. Realiza una revisión de los gastos mensuales y anuales
Existen gastos que son esenciales o positivos. Para incrementar la capacidad de ahorro conviene identificar aquellas cantidades que no son realmente necesarias y que, sin embargo, influyen en la contabilidad familiar. Por ejemplo, es recomendable suprimir aquellos servicios que no se utilizan con frecuencia.
3. Revisa los microgastos y las compras improvisadas
Los microgastos suelen hacer referencia a pequeñas cantidades de dinero que, sin embargo, añaden cifras significativas en la suma final del año. La trampa de esos microgastos es que suelen pasar desapercibidos porque ni siquiera se contemplan en el presupuesto previo o no se realiza un seguimiento posterior de lo mismos.
La perspectiva cambia cuando un padre o una madre se toma el tiempo necesario para anotar en un cuaderno esos microgastos que no hacen referencia a gastos esenciales, sino a caprichos evitables. No se trata de renunciar a ellos, sino de reducir su frecuencia. Este último gesto es clave para incrementar la capacidad de ahorro en familias con niños.
4. Estrategia de ahorro familiar
Incrementar la capacidad de ahorro implica establecer una estrategia. Es decir, un plan de acción que dé frutos a largo plazo desde el punto de vista económico. En ese caso, acota y describe muy bien cuál es el objetivo que quieres lograr en familia. Establece un porcentaje de ahorro que resulte viable y realista. Por ejemplo, elabora un presupuesto mensual con una estructura práctica.
Encuentra una motivación que va más allá del ahorro en sí mismo. Es decir, busca un sentido positivo que aporte valor al proceso. Por ejemplo, el ahorro proporciona una mayor tranquilidad ante el futuro porque aumenta la capacidad de responder ante gastos inesperados que con tanta frecuencia se producen en los hogares. Por otra parte, también puedes dar un sentido añadido al proceso al vincularlo con la posibilidad de transmitir un ejemplo positivo a tu hijo desde la infancia: la educación financiera comienza en casa.
5. Reflexiona sobre el estilo de vida familiar
Los gastos también pueden ponerse en conexión con el estilo de vida familiar. Existen rutinas que se repiten de forma automática. Pues bien, la reflexión es esencial para tomar decisiones de manera responsable y consciente.
Por ejemplo, los desplazamientos frecuentes en coche, aunque resulten muy cómodos en tantos momentos, incrementan el gasto mensual y reducen la capacidad de ahorro. Realizar la cesta de la compra en un mismo supermercado impide aprovechar las ofertas y promociones de otros establecimientos.
6. Implícate para propiciar cambios que sean favorables para el desarrollo de la capacidad de ahorro
Tal vez quieras cambiar de empresa para acceder a puestos que ofrecen mejores condiciones. En ese caso, no pospongas tu búsqueda activa de empleo. A lo mejor deseas hacer un curso de educación financiera para adquirir conocimientos básicos para gestionar tus finanzas de forma más eficiente. Quizás quieras consultar el asesoramiento de un especialista antes de crear un plan de ahorro familiar.
Por tanto, ahorrar dinero es uno de los objetivos que muchas familias con niños se marcan a principio de año. Pues bien, es fundamental reflexionar sobre la propia capacidad de ahorro para avanzar hacia la meta.
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