Cómo evitar los mareos en los viajes
Existen algunos puntos claves que podrás tener en cuenta para evitar que tu peque sufra de mareos durante los viajes. Tengamos en cuenta que si el viaje es corto el niño no tendrá que comer nada y si el viaje es largo se puede ingerir algún alimento liviano.
Se le puede ofrecer a los niños, en base a su edad, que ingiera algunos frutos seco, regaliz o que chupe medio limón, evitar las bebidas gaseosas o los alimentos con alto contenido en grasa.
No darle libros para que lea, mire los dibujos o fije la vista en el viaje. Los movimientos de los coches provocarán que al tener la vista fija provoque mareos o sensación de vértigo. Si el niño señala que tiene náuseas realizar ejercicios de inspiraciones profundas para aliviar las sensaciones.
Se trata de una sensación muy desagradable que provoca inestabilidad, alteraciones digestivas, palidez o vómitos.
El coche debe tener una buena ventilación y sin olores fuertes (especialmente olor a tabaco). Quien conduzca el coche no tiene que realizar movimientos bruscos y deberá tomar las curvas de manera tranquila, los frenazos y las aceleraciones ayudan a incrementar los mareos.
Una buena medida es poner al niño en los sitios donde haya menor movimiento, además mantener una conversación con ellos ayuda a distraerlos, evitando estar pendientes de esa molesta sensación. Si sensación es profunda los adultos podrán detener el coche y colocar a los niños en una posición ‘decúbito supino’, boca arriba, con las piernas elevadas o apoyando y con la cabeza fija por un rato.
Los mareos y los viajes
Cuando se acerca el verano se planifican y se realizan más viajes, en el momento de desplazamiento los pequeños de la familia pueden sentirse mareados, con nauseas o tienen ganas de vomitar. Esta sensación es conocida como mareo cinético. Se trata de una sensación muy desagradable que provoca inestabilidad, alteraciones digestivas, palidez o vómitos. El mareo del viajero es algo muy común en los pequeños que tienen cierta predisposición.
Se origina en los movimientos que realiza, de manera natural, el coche, los aviones, barcos. Es muy raro que los síntomas se produzcan en los bebés, pero a partir de los dos años de edad la sensibilidad al mareo se incrementa notablemente.
Después de los 12 años en adelante las posibilidades de los mareos volverán a disminuir, si bien es cierto que algunos adultos continúan con este problema el resto de su vida. En términos generales podemos asegurar que el mareo cinético es un trastorno del equilibrio. Un órgano que se encuentra en el oído interno genera que la orientación espacial de la persona le brinde información al cerebro de la posición del cuerpo en el espacio.
Al desplazarse en un coche se está sentado, los ojos reciben datos del espacio exterior que se mueven a otra velocidad, la sensación que se genera es de confusión entre los tres sistemas de orientación: el equilibrio, músculos y vista. Los niños comenzarán a sentirse incoherentes y no puedan incorporar de manera formal la información en el cerebro.
Cuando aparecen los síntomas de mareo son difíciles de cortar, incluso es una sensación continua después de que el pequeño haya podido vomitar. Por eso es importante poder prevenir la aparición
Vía | En buenas manos
Foto | Pixabay – Fditmann / Pixabay – Pixel2013
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