Cómo evitar el desperdicio alimentario en familias con niños
Los alimentos poseen un importante valor. Sin embargo, el desperdicio alimentario tiene un impacto negativo en la sociedad. Y es un problema presente en diferentes espacios: restaurantes, comedores escolares y hogares. En esta ocasión, ponemos el acento en cómo prevenir o reducir su impacto en familias con niños.
1. Recetas de aprovechamiento
La cocina tradicional pone en valor la esencia de las recetas de aprovechamiento que pueden elaborarse a partir de ingredientes presentes en el hogar. Es una tendencia que destaca habitualmente durante el periodo navideño. Una etapa del año que está marcada por la abundancia en la mesa. Por ello, las recetas de aprovechamiento permiten transformar y reinventar los recursos de forma eficiente.
2. Fecha de caducidad y consumo preferente: diferencias al respecto
Es esencial consultar la información de aquellos productos que cuentan con una fecha de caducidad o de consumo preferente en el envase. Ambos datos, aunque parezcan muy similares, son diferentes en la práctica. Es importante consumir un alimento antes de que este supere su fecha de caducidad.
Sin embargo, el dato que hace referencia al consumo preferente tiene un significado diferente. Dentro de dicho periodo, el alimento conserva todas sus propiedades. Sin embargo, tras la superación del plazo señalado, el producto puede consumirse si solo han pasado unos días y se encuentra en buen estado.
3. Planificación de los menús semanales
Existen diferentes criterios que puedes considerar en la elaboración de la cesta de la compra. Por ejemplo, es esencial adquirir lo necesario para cubrir las necesidades básicas y disfrutar de una alimentación saludable. ¿Cómo reducir el riesgo de comprar productos innecesarios? Planifica los menús de la semana. Y toma ese esquema como una guía esencial en la elección de los ingredientes.
4. La calidad de muchos productos no se mide por su estética
Un aspecto que conviene valorar, principalmente, en la elección de frutas y verduras. Que una pieza no tenga un aspecto muy atractivo no repercute negativamente en su sabor. Es decir, es importante no descartar un elemento, únicamente, porque su aspecto no es perfecto a nivel visual.
5. Fomentar la compra de productos de proximidad
El desperdicio de alimentos puede estar causado por muchos factores que van más allá de los hábitos presentes en el hogar. En ocasiones, el factor de riesgo se encuentra en el propio proceso de producción. Pues bien, la compra en el entorno de proximidad es clave en el contexto actual.
6. Solicitar los restos de comida en un restaurante
En ocasiones, las familias disfrutan de una agradable velada en un restaurante. En este caso, también es posible que niños o adultos dejen restos de comida en el plato. Si la cantidad es significativa, es posible pedir esas elaboraciones para llevar a casa. Muchos restaurantes ofrecen esa alternativa en la actualidad.
7. Trabajar en equipo entre colegios y familias para evitar el desperdicio alimentario
Con frecuencia, colegios y familias forman un verdadero equipo para abordar diferentes cuestiones que tienen que ver con la educación infantil. Pues bien, el comedor escolar es uno de los espacios más relevantes de las instalaciones de un centro académico. Y el desperdicio alimentario es un riesgo que también se enmarca en este ámbito. Por ello, es un tema que preocupa a instituciones y familias que pueden establecer una estrategia común para limitar su impacto.
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