Cómo elegir un instrumento musical en la infancia: 5 consejos
Una banda o una orqueta de música muestran la amplia variedad de instrumentos existentes. Por ello, el ser humano puede adentrarse en el aprendizaje de propuestas de viento, cuerda o percusión. Generalmente, la elección de un instrumento durante la infancia se produce en el contexto de una formación musical. Sucede con frecuencia cuando el niño acude a clases de solfeo. Elegir un instrumento supone una gran oportunidad para el niño que puede aprender a interpretar composiciones sencillas.
Pero también es una responsabilidad por una razón importante: un instrumento de música no es un juguete. De hecho, algunas propuestas tienen un coste significativo. ¿Qué aspectos puedes tener en cuenta si tu hijo se encuentra en ese momento en el que va a empezar a tocar un instrumento?
1. Asesoramiento especializado
Generalmente, es aconsejable hablar con un profesor de música o con el centro educativo en el que se forma el alumno. Los profesionales pueden tener en cuenta las habilidades del propio niño para concretar una selección de propuestas que alimenten su potencial.
2. La opinión y las preferencias del niño son importantes
Es el niño quien va a emprender la aventura de descubrir un instrumento musical. Por ello, su opinión es importante. Por este motivo, es recomendable que previamente tenga la oportunidad de descubrir la amplia oferta que está a su alcance a través de propuestas de viento, cuerda o percusión.
3. Analizar precios
Algunos niños comienzan a tocar un instrumento durante la infancia y protagonizan un largo periodo en contacto con el mundo musical. Pero, en otros casos, el interés no se mantiene tan a largo plazo. Y esa nueva actividad pronto queda en el pasado. Comprar un instrumento musical supone una inversión cuyo nivel de alcance varía en función de la propuesta. A su vez, algunos instrumentos también ocupan bastante espacio en casa.
Conviene señalar que hay instrumentos musicales de segunda mano que pueden convertirse en una excelente oportunidad para iniciar la etapa de aprendizaje. De este modo, los padres pueden observar si ese interés perdura en su hijo antes de elegir un diseño de mayor calidad.
4. Ajustar las expectativas
Aprender a tocar un instrumento musical es un camino que muestra diferentes metas que se cumplen de forma gradual. Ajustar las expectativas en la elección de una propuesta concreta es más que recomendable. Porque, aunque es positivo que el niño se comprometa con su formación, puede ocurrir que antes de lo esperado cambie su punto de vista y muestre nuevos intereses.
El nivel de dificultad de un instrumento no solo puede estar en relación con características propias de una propuesta, sino también con la complejidad de una partitura. Por ello, el alumno puede adquirir la base necesaria durante la etapa de formación, a través de ensayos y realización de ejercicios, para desarrollar las habilidades esenciales para tocar el instrumento.
5. Edad
Los instrumentos musicales de juguete aportan una primera aproximación a los niños que disfrutan del contacto con una guitarra, un teclado o cualquier otra propuesta. La edad también es importante cuando se trata de elegir una alternativa concreta. Por ello, en algunos casos quizá sea recomendable posponer una elección si los padres, contando con el asesoramiento de profesional, consideran que no es la opción más conveniente.
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