Cómo elegir las mejores frutas y verduras del mercado
Sin duda la elección de los distintos tipos de frutas y verduras va en los gustos de cada persona y familia. Por fortuna disponemos de una amplia variedad de productos frescos que hacen de nuestros mercados verdaderos surtidores de alimentos ricos, sanos y apetitosos donde podemos elegir aquellos que mejor acompañen nuestros gustos y nuestra dieta. Una buena elección supone un acierto, casi seguro, en la calidad de nuestra alimentación y en la de nuestra familia.
Es por esto que aprender a distinguir la buena calidad en las frutas y verduras nos va a reportar, no sólo un mejor placer para nuestro paladar si no, también, un óptimo funcionamiento del organismo. Si, además, tenemos bebés en casa esto puede darnos pie a educar a nuestro pequeño, independientemente de sus gustos personales, en el disfrute de las frutas y verduras, tan necesarias para su desarrollo. Unos breves consejos, en términos generales pueden ayudarnos en esta elección.
FRUTAS. Debemos elegir aquellas que presenten colores vivos, tanto en el interior como en el exterior. Que no tengan golpes, raspones o magulladuras. Observar, además, que no tengan agujeros ni presencia de moho. Si las frutas tienen tallo deben estar bien unidas a él. Nunca compres aquellas frutas que presenten manchas o colores ajenos a la propia variedad. La consistencia debe ser firme y la propia de ese tipo de fruta, si están aguadas puede ser signos de excesiva madurez. Si las frutas van a ser comidas crudas es mejor no comprarlas cortadas (media sandía, medio melón), ya que desconocemos el trato que se le ha dado).
VERDURAS. Elegir las de colores vivos. La mayoría de ellas son inodoras o ligeramente olorosas. Las verduras que tienen tallo deben estar bien adheridas a él. La piel debe ser lisa, suave, turgente y brillante (berenjena, tomate, champiñón…) Las hortalizas de hoja deben estar libres de insectos y sin tierra, las hojas deben estar brillantes, turgentes y lo tallos crujientes. La familia de las coles (coliflor, brócoli, etcétera) deberá tener una consistencia dura y apretada, además de colores brillantes. Las hortalizas de raíz y tubérculos (patata, zanahoria, etcétera) deben estar lo más limpias posibles, sin agujeros y sin raíces. No compres aquellas verduras que tengan colores o consistencia no propia de ese tipo de verdura. Tampoco aquellas que estén magulladas, golpeadas o con moho. Las puntas de las hojas no pueden estar carcomidas u oxidadas.
Vía | Al Bebé