Cómo educar a los niños en el uso responsable de las bibliotecas
Los recursos y las instalaciones de las bibliotecas deben utilizarse de forma responsable para favorecer el cuidado y la conservación de los materiales. ¿Cómo implicar a los niños en el valor de la responsabilidad en su relación con este espacio cultural y educativo? Te damos siete consejos.
1. Guardar el carnet de la biblioteca siempre en el mismo lugar
El carnet es el medio a través del que un usuario se identifica. De este modo, cada préstamo queda vinculado a su nombre. ¿Cómo reducir el riesgo de perder el documento? Por ejemplo, conviene guardarlo siempre en el mismo lugar. Y, en caso de pérdida, es importante informar al centro para seguir las indicaciones pertinentes.
2. Leer las normas de la biblioteca para conocer las recomendaciones del centro
¿Cómo implicar a los niños en el uso responsable de los materiales y las instalaciones de la biblioteca? Conviene consultar las propias normas del centro que, generalmente, se encuentran en un lugar visible de la biblioteca.
3. Devolver los materiales en el plazo previsto (o renovarlos si es posible)
Las acciones individuales de los usuarios de la biblioteca influyen en el óptimo funcionamiento del centro. Por ejemplo, conviene consultar la fecha límite para la devolución de un libro para formalizar la gestión en el plazo indicado. Conviene recordar que, si el título no ha sido solicitado por otro usuario, es posible volver a renovarlo para disfrutarlo durante más tiempo.
4. Descubrir los diferentes usos de la biblioteca
Las bibliotecas reúnen a usuarios con perfiles y expectativas muy diferentes. Y eso se refleja en las diferentes áreas y espacios que componen una biblioteca. Por ejemplo, la zona infantil, el espacio reservado para la lectura de revistas y periódicos, las áreas habilitadas para trabajar en equipo, los escritorios reservados para estudiar y hacer deberes… A lo largo de su infancia, el niño puede utilizar la biblioteca desde perspectivas diferentes.
5. Saludar y despedir con amabilidad al bibliotecario
Los profesionales que trabajan en la biblioteca realizan una excelente labor. Asesoran en la búsqueda de nuevas lecturas, hacen diferentes gestiones y organizan el espacio para que esté perfectamente ordenado. El respeto hacia su labor puede cultivarse a través de gestos tan sencillos como la amabilidad en el trato.
6. Recursos de uso compartido
Cada usuario puede disponer de los recursos y las instalaciones siguiendo las normas indicadas en cada caso. Sin embargo, la verdadera esencia de las bibliotecas es la accesibilidad de los medios disponibles en un soporte físico o digital. Por ello, es importante fomentar la colaboración y el cuidado de los libros y películas para que otras personas puedan disfrutar de su contenido.
7. Educar por medio del ejemplo personal como usuario de la biblioteca: clave para padres y madres
La biblioteca es un espacio que se adapta a las necesidades de distintos miembros de una familia. Por ello, como padre o madre, educas a tu hijo en el uso responsable de los recursos, materiales e instalaciones cuando tú mismo te implicas en el cuidado de los medios disponibles. Y, también, cuando aprovechas sus recursos de forma consciente.
Tras la vuelta al cole, muchas familias vuelven a conectar con la rutina de visitar con más frecuencia la biblioteca del barrio. Un entorno cultural que fomenta el bien común en ciudades y pueblos.
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