Cómo dar alternativas para que el niño elija su opción preferida
La capacidad de elección también se educa desde la infancia. La sobreprotección permanente, por ejemplo, evita que el niño desarrolle sus propias habilidades para seleccionar una opción entre diferentes posibilidades.
1. Es recomendable proponer dos alternativas
La búsqueda de una elección final parece interminable cuando el número de alternativas es prácticamente infinito. Por ello, es recomendable reducir el campo de alternativas para presentar dos ideas distintas al niño. De este modo, él centra su respuesta en esa dirección. Si lo deseas, y esa circunstancia no genera más dudas en el menor, amplía el campo de opciones a tres sugerencias.
2. Aplica esta propuesta en el contexto adecuado
Es recomendable orientar esta práctica hacia cuestiones sencillas de la vida cotidiana. Por ejemplo, la elección de un juguete, un conjunto de ropa, un libro o un postre. Utiliza esta fórmula para potenciar la implicación y la colaboración del peque en distintos aspectos de la rutina. Cada una de las alternativas, aunque diferente en sí misma, debe ser positiva para el menor.
3. Cambia el foco de la cuestión
En ocasiones, es habitual dar indicaciones a los niños o realizar preguntas que parecen conocer la respuesta de antemano. Pues bien, es recomendable evitar la anticipación o la interpretación. Existen medidas que dan voz al niño para que exprese sus prioridades en un contexto realista. Cuando ofreces dos alternativas a tu hijo, le acompañas en el proceso de tomar una decisión. Es decir, evitas el campo de la generalidad y acotas la respuesta por medio de la presentación de ejemplos concretos.
4. Las opciones planteadas deben ser viables, realistas y alcanzables
El campo de opciones parece infinito cuando la realidad se analiza desde un punto de vista idealizado. Pero cada familia toma sus decisiones en un contexto que está condicionado por variables internas y externas. Por ello, es esencial presentar dos propuestas que sean objetivamente viables a corto o medio plazo.
5. Si lo deseas, utiliza información visual
La comunicación positiva es esencial para dar alternativas a los niños. En ese caso, cada opción se presenta como una oportunidad en sí misma. El mensaje verbal, a su vez, se alinea con un lenguaje corporal que mantiene la conexión con el interlocutor. Por ejemplo, es recomendable mantener el contacto a través de la mirada para cuidar la presencia consciente durante la interacción. Pues bien, el proceso comunicativo también puede complementarse con diferentes recursos que ayudan a clarificar la información de forma visual.
Observa qué hay más allá de las alternativas presentadas en sí mismas. Este proceso proporciona el contexto ideal para que el niño reafirme su propia autoestima al compás de sus primeras decisiones. Es una propuesta que alimenta la inteligencia emocional, puesto que cada sugerencia planteada conecta con emociones y sentimientos. Huye del enfoque «siempre» o «nunca». Esta es una fórmula flexible que puedes utilizar cuando lo creas conveniente.
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