Cómo alimentarlos bien cuando rechazan los lácteos
Incorporar a la dieta alimentos con altos contenidos de calcio es muy importante para su desarrollo y crecimiento, gracias a él podrán beneficiarse sus dientes y los huesos. Si el niño tiene rechazo a los lácteos será necesario ofrecerles otras alternativas para compensar.
Podemos llegar a pensar que la leche es siempre necesaria, reflexionamos en ese punto, todos los mamíferos recibimos en una etapa de la vida lactancia exclusiva (de ahí el nombre de mamíferos) pero cuando vamos incorporando alimentos a la dieta en algún momento dejamos de mamar. A partir de ese momento la leche (como tal) ya no serla indispensable, pero si necesaria, por el calcio que aporta.
Además, tenemos que pensar que una cantidad adecuada de calcio es mínimamente de 200 mg en el recién nacido y un máximo de 1300 mg cuando se llegan a los 18 años. Un litro de leche cuenta con 1200 mg, por lo tanto tampoco estaría cubriendo el mínimo. Afortunadamente existen otros alimentos que tienen calcio, por ejemplo:
La forma de cocinar los alimentos será crucial a la hora de pensar en los nutrientes y en el calcio.
Yogur aporta 170 mg de calcio por cada 100 gramos
Queso fresco aporta 200 mg de calcio por cada 100 gramos
Queso manchego curado aporta 800 mg de calcio por cada 100 gramos
Sardinas enlatadas aporta 500 mg de calcio por cada 100 gramos
Filete de ternera aporta 11 mg de calcio por cada 100 gramos
Yema de huevo aporta 140 mg de calcio por cada 100 gramos
Espinacas aportan 130 mg de calcio por cada 100 gramos
Lentejas portan 75 mg de calcio por cada 100 gramos
Pan de trigo aportan 55 mg de calcio por cada 100 gramos
Almendras aportan 250 mg de calcio por cada 100 gramos
Los pescados con poco contenido graso y los pescados azules brindan una buena cantidad de calcio. Las carnes rojas, por su parte, no son realmente ricas en calcio, un filete de unos 100 gramos tiene 10 veces menos cantidad de calcio que 100 gramos de leche.
Entre las principales verduras podremos elegir las espinacas, las judías verdes o el brócoli. Algunos vegetales como la berza o los grelos, que no son tan comunes, cuentan con un buen contenido de calcio.
Dentro de las legumbres destacamos la ingesta de los garbanzos, la soja, las alubias y, en menos cantidad, el consumo de las lentejas. La leche de soja cuenta con importantes cantidades de proteínas, pero no contiene un buen porcentaje de calcio, salvo que venga con un agregado especial.
Las frutas que deberemos agregar a la dieta de un niño que no come lácteos son las naranjas, el kiwi, los higos y las aceitunas, también podemos agregar avellanas y almendras.
La importancia de la cocción
La forma de cocinar los alimentos será crucial a la hora de pensar en los nutrientes y en el calcio. En algunos casos cuando se los cocinan pueden perder estas cualidades, especialmente si hablamos de alimentos que son hervidos en agua o alimentos que se preparan de forma troceada.
Vía | En familia
Foto | Pixabay – Devenath
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