Cómo afecta a la pareja la llegada del bebé
La llegada de un nuevo miembro a la familia siempre es un motivo de alegría para los recién estrenados papás. Sin embargo, su relación íntima con ellos mismos así como la de pareja se ve afectada de manera muy brusca. Tanto que en ocasiones puede traer complicaciones en la relación entre ambos.
Es preciso saber afrontar la nueva situación y los rápidos cambios que se producen en la familia para poder encajar el nuevo entorno y saber disfrutar de él. El nacimiento de un hijo es un cambio radical en la vida de pareja, es cuando se hace realidad la transición de pareja a familia y hay que saber asumirlo.
Frente a la alegría que supone la llegada del bebé y de que todo haya ido bien, aparecen las noches en vela, el agotamiento y la dedicación en exclusiva al retoño. Es cierto que tener un hijo y criarlo es una de las experiencias más maravillosas que puede experimentar cualquier madre, pero… ¡seamos realistas! es muy duro.
Un bebé implica renunciar a muchas comodidades que llevábamos en nuestras vidas. Y eso puede ser la causa de tensiones y conflictos a los que hay que darles una salida. Eso sí, nunca hay que pagarlo con el bebé que necesita todo nuestro apoyo y cariño. No olvidemos que el desarrollo afectivo y emocional del niño empieza en el minuto uno de vida y que sus padres son su punto de referencia.
Al principio quizá se hace más duro porque, de repente, los padres se encuentran con la falta de tiempo para realizar las tareas propias o de la casa, con problemas de organización, con la pérdida de atención por parte de la pareja, con la pérdida de vida propia relegada a pañales, biberones, baños…
En ocasiones, esto se agrava con una depresión postparto de la madre… o del padre, que también las sufren en la misma proporción que las mujeres. Otras veces es el padre el que se ve poco partícipe de la situación y tiende a distanciarse de la pareja, y la madre empieza a sentir resentimiento.
Los problemas de celos hacia el bebé también están a la orden del día dada la gran atención que requiere el recién llegado, pero siempre hay que pensar que el vínculo emocional que reciba el bebé condicionará su madurez pcisoafectiva.
¿Y qué podemos hacer para solucionar la situación? Mañana os daremos una serie de claves que os ayudarán a hacer que todo sea mucho más llevadero.