Cómo actuar frente a la obstrucción del conducto lagrimal
Puede suceder que tu pequeño hijo sufra de una obstrucción total o parcial del sistema de canales que son los encargados de conducir las lágrimas (desde el ojo a la nariz). Esto es bastante normal en los bebés más pequeños, normalmente llega a afectar un solo ojo.
En algunas ocasiones estos conductos no se encuentran del todo desarrollado al momento de nacer, puede suceder que la membrana que existe en la parte inferior del conducto lagrimal se encuentre imperforada, normalmente es un problema que se resuelve por sí sólo sin ningún tipo de intervención.
Debes saber que el bloqueo de este tipo de conducto puede llegar a generar un aumento en el riesgo de infecciones en el ojo. En el caso de que las lágrimas se estaquen en el saco lagrimal puede llegar a infectarse generando un absceso en el lagrimal. Este problema es fácilmente detectable por aparecer una notable hinchazón en la zona de la nariz.
En el caso de requerir un tratamiento los pediatras aconsejan esperar hasta los seis meses, ya que antes de esa etapa suelen resolverse solos. Hasta ese momento se puede realizar un masaje muy suave en la zona del saco lagrimal para vaciar el saco y así evitar la aparición de las infecciones ayudando lentamente a la desobstrucción.
Si el problema persiste más allá de los 6 ó 12 meses se puede necesitar la apertura del conducto mediante una sonda, en algunos casos requiere de anestesia general.
Este tipo de problema no se puede prevenir.
Vía | AEPAP
Foto | Flickr – Alex Martin