Cómo actuar ante una ingurgitación mamaria

Cuando hablamos de ingurgitación mamaria no estamos refiriendo a cuando la leche se acumula en los pechos, provocando que sintamos que están demasiado llenos.

Frente a este problema existen diferentes soluciones. Lo importante es que de manera suave y efectiva logremos eliminar el líquido del pecho, ya que de no hacerlo puede acabar en mastitis.

Cuando tienes ingurgitación es aconsejable que apliques paños fríos en la mama (no en la areola). El frío hará que la zona se desinflame, actuando como un efectivo y natural vasoconstrictor. Insistimos en no aplicarle frío a la areola ya que puede perjudicar la salida de la leche.

Otra alternativa es masajear el pecho provocando una suave presión inversa.

O simplemente puedes poner a tu hijo para que se alimente del pecho. Si cuando acaba de tomar aun la tienen inflamada, continúa con el tratamiento del hielo.

Si bien en algunos casos puedes tomar antiinflamatorios recetados que te sobraron del parto, lo mejor es que sean recomendados y recetados por el médico. Si bien la mayoría de ellos son seguros, nunca debes automedicarte en ningún momento de tu vida, menos aun en el período de lactancia.

Cuando te saques una buena dosis de leche te sentirás aliviada, pero te surgirá la pregunta de cuál es la mejor manera de sacarla, y sin lugar a dudas el mejor sacaleche que la naturaleza creo es tu hijo. Los primeros días puede ser que no saque la leche suficiente, ya que se la pasaran durmiendo, y sientas que tienes exceso.

En esos casos sácatela de manera manual, en esta etapa no es recomendable usar un sacaleche mecánico. La leche que nos saquemos puede ser guardada en la nevera.

Vía | Ser Padres Hoy
Foto | Flickr – Makuneros

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