La comida casera evita la obesidad en los niños
La alimentación para nuestros niños, incluso antes de nacer, es fundamental para su perfecto desarrollo. Además de todo el proceso que llevan durante la gestación, y que en buena parte depende de los nutrientes que tome la madre, es necesario que su nutrición, una vez ha nacido, sea equilibrada y contenga todos esos elementos esenciales para mantener una salud perfecta. Es por ello que, según las recomendaciones de los expertos, la lactancia materna se convierta en el pilar básico de su alimentación durante, al menos, los seis primeros meses.
Pasado ese primer periodo, a los niños hay que ir introduciéndoles nuevos alimentos. La verdura, la fruta, el pescado, las carnes… En la actualidad, y debido a las prisas o la falta de información, nos es más cómodo recurrir a los alimentos para bebés ya preparados que venden en las tiendas de alimentación, pero ¿son realmente beneficiosos? Un estudio que nos llega desde Canadá los asocia con el exceso de peso en los niños.
La obesidad infantil puede prevenirse desde los primeros meses
En los últimos años los índices de obesidad infantil han ascendido hasta cotas realmente preocupantes. Los cambios de hábitos en el ocio, el sedentarismo o la descontrolada alimentación hace que la salud de nuestros niños se ponga en riesgo debido al exceso de peso, llevándole a problemas mucho más serios que la propia estética, como pueden ser las enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Pero ¿qué pasa con los bebés? Si hasta los 6 meses han tomado leche materna y no sufren ninguna problema hereditario, quizás la clave esté en el proceso de introducción de los nuevos alimentos. Y es aquí donde se han centrado los investigadores del Instituto de Investigación de la Universidad McGill Centro de Salud y el Hospital de Niños de Montreal, en Canadá.
Comida casera para prevenir enfermedades y también educar el paladar
Para encontrar una relación entre la alimentación del bebé y su índice de grasa corporal, los expertos tomaron como muestra a 65 bebés a los que fueron midiendo la masa corporal a los 6, 9, 12 y 36 meses, al mismo tiempo que comprobaban la introducción de los alimentos y la forma de cocinarlos o prepararlos por las madres.
A los 9 meses se comprobó que el 14 por ciento de ellos sólo tomaban comida casera; otro 14 por ciento sólo comida envasada; y el resto una combinación de ambas. Los resultados fueron iguales para todos y no se notaban apenas diferencia, ni en su estatura ni en su peso. Sin embargo, al llegar a los 12 meses el cambio ya era importante: los que habían sido alimentados con comida casera presentaban menos grasa corporal que el resto.
Además de los beneficios para la salud de su niñez, y futuros problemas de salud desarrollando enfermedades que ya pueden convertirse en crónicas, también es importante que los bebés, durante estos primeros meses de su vida, se acostumbren a tomar los alimentos a través de distintas texturas, sabores y composiciones, esto les permitirá educar su paladar, convirtiéndose en adultos sanos y que, también, saben alimentarse adecuadamente.
Comentarios cerrados