Comer y beber en el parto
Si bien cuando estamos por tener un hijo no tenemos ánimo de sentarnos a una mesa a comer un pedazo de torta y charlar con amigas, pero es normal que tengamos sed y si pasamos varias horas de trabajo de parto puede ser que también tengamos un poco de hambre.
Pero la restricción de las bebidas y de las comidas en ese momento es una rutina que se hace normalmente, porque en caso de que el parto se complique los médicos deberán estar preparados para una intervención en la que se necesite anestesia general. Hoy por hoy este tipo de anestesia que se usa en obstetricia está más relacionada a técnicas neuroaxiales. Por eso diferentes guías, como la creada por la OMS anuncian que no existiría ningún problema como para que se le pueda ofrecer líquido a la parturienta. El hecho de seguir prohibiéndolo no tendría ningún sentido aparente.
El hecho de beber líquidos claros durante el parto no se relacionan directamente con una buena evolución del mismo, ni influyen en su duración ni en el empleo de la oxitócica. Muy al contrario, puede ayudar a que la madre se sienta más relajada y cómoda.
Tampoco encontraron que la ingesta de alimentos pueda perjudicar de alguna manera negativa al bebé recién nacido ni a su madre. Pero aun no se pronunciaron enfáticamente al respecto por no contar con todas las pruebas necesarias para hacerlo.
Vía | El parto es nuestro
Foto | Flickr – Rifatorres