Colores que estimulan a los bebés
Si alguna vez te preguntaste la manera en que influyen los colores en los bebés no debes dejar de leer la siguiente entrada. Sabemos que los colores tienen determinado efecto sobre el ánimo de los seres humanos, por eso es necesario que se conozca la influencia que los tonos que se escogen pueden ejercer sobre los peques.
Un punto clave para tener en cuenta es saber que la manera en que se perciben los colores será diferente en base a la edad, cuando un bebé nace no llega a diferenciar todos los colores, la visión aún está inmadura. Seguramente un bebé recién nacido podrá distinguir un contraste entre blanco y negro, después seguramente se les llamará la atención en tono rojo.
Por esas razones es necesario que se decore el cuarto den pequeño usando tonos suaves en lugar de colores primarios que resulten brillantes y alegres. Los bebés tendrán la capacidad de diferenciar, además del rojo el azul, el amarillo y el verde. Se pueden escoger cualquier color ya que en los recién nacidos aún no tienen influencias culturales del color.
Es necesario que se decore el cuarto del pequeño usando tonos suaves.
A medida pasan los años de comenzarán a diferenciar las preferencias según el sexo del niño, ya sabrán que colores les gusta y cuáles no y los adultos, en la medida de lo posible, tendremos que respetar sus intereses.
Qué efecto psicológico tienen los colores
El rojo es uno de los colores que generará una gran atención visual. Estimulará su acción, incrementará su energía y también el apetito. Es aconsejable que se evite su uso si se quiere generar la sensación de calma, pero se lo puede combinar con otros colores neutros para estimular la alegría, el dinamismo y la calidez.
El color verde se lo relaciona con el descanso y el equilibrio, por eso te recomendamos no emplear en habitaciones de niños pequeños los verdes oscuros. Además, es un color que se encarga de trasmitir seguridad y un aspecto natural en los ambientes.
Cuando se esté buscando un efecto de calma nada mejor que el color azul, además se emplea para trasmitir estabilidad y armonía. Su uso en los dormitorios podría generar sensaciones de serenidad y mucha tranquilidad. El azul disminuye el apetito y las pulsaciones.
El color amarillo es el de la claridad, alegría y luminosidad. Los cuartos pintados de amarillo parecerán más grandes. Además se encargan de estimular la atención y despertar el intelecto.
El negro no se debería usar para la decoración de las habitaciones de los pequeños, se encarga de absorber la luz y se relaciona con la tristeza, la depresión o el luto.
Y, por último, nos referiremos al color blanco, un tono que se vincula con la calma, armonía, pureza y paz. Está considerada como una tonalidad fría que ayuda a estimular la actividad intelectual y ayuda a favorecer la imaginación. Es ideal para ser usado en los cuartos de los niños.
Vía | Cosas de la infancia
Foto | Pixabay – Alexander Stein
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