El Colacho, la tradición de saltar sobre los bebés
Son muchas las fiestas populares o tradiciones que utilizan a los bebés como una de las partes más importantes de su celebración. Además de resultar curiosas e, incluso, algunas de ellas un tanto excéntricas como la que se celebra en Japón y que consiste en hacer llorar a los bebés para que así crezca más rápido, también están arraigadas en el pueblo con tal fuerza, que no sólo se conservan desde siglos atrás, sino que van aumentando en popularidad según pasan los años.
Unas de ellas es la Fiesta del Colacho que se celebra en Castrillo de Murcia en la provincia de Burgos. Desde hace 400 años, y de forma ininterrumpida, el domingo después del jueves en el que se celebra el Corpus Christi, un singular personaje, que representa al demonio, recorre las calles de la ciudad para repartir maldiciones, algún que otro susto y, sobre todo, saltar por encima de los bebés que han nacido a lo largo de ese año.
El Colacho se viste con ropas de colores, a veces lleva máscara y en la mano un rabo de toro o caballo con el que va asustando, y dando algún que otro azote, a los vecinos. Estos, a cambio, le insultan y le profieren todo tipo de improperios.
Pero de entre todas las tradiciones y hechos curiosos que lleva consigo esta tradición, la que más nos ha llamado la atención es aquella que se celebra ese día y que va unido a los bebés nacidos a lo largo de ese año. A lo largo del recorrido de la procesión, se pueden ver colchones donde reposan los niños y sobre los que tendrá que saltar el Colacho, varias veces. Con ello se aseguran que no van a padecer ciertos males como el mal de ojo, enfermedades o distintas influencias malignas. Además, el párroco del pueblo los bendice para que estén protegidos.
Una vez acabados los saltos y la bendición, las mozas del pueblo casaderas se abalanzan sobre los bebés para cogerlos de inmediato ya que, según la tradición, la primera que lo coja se casará ese año.
Vía | Revista de Folklore
Foto | The Week
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