Cojera repentina en el bebé ¿es preocupante?
No suele ser algo excepcional que, de un día para otro, nuestro niño amanezca cojeando. Aunque ya domina la habilidad de caminar de repente se siente temeroso, le duele al caminar o notamos como no acaban de ajustarse los dos pies al mismo nivel. Nuestra reacción es preocupante, sobre todo ante la tristeza del niño, sus quejas y su incapacidad para moverse con libertad.
Antes que nada debemos asegurarnos de una serie de inconvenientes que se hayan podido producir y que se solucionan de forma sencilla. Si persiste el pediatra será nuestro mejor aliado.
Asegurarse de que no ha sido un golpe o que los zapatos le vienen pequeños
Lo primero que debemos asegurarnos es que el niño no haya sufrido una caída o un golpe del que no nos hayamos dado cuenta. Quizás en el parque o en la guardería haya tenido un pequeño accidente que le ha podido causar un esguince o un traumatismo muscular.
Otro aspecto a tener en cuenta es comprobar que los zapatos le vienen bien, no le aprietan o no se han roto por ningún lado y le obligan a andar mal. Puede que se le hayan quedado pequeños y le estén aprisionando demasiado. Así que lo mejor es que te preocupes de que exista la distancia suficiente entre el dedo gordo y el zapato, según los expertos debe ser de, aproximadamente, un centímetro.
La respuesta siempre la tiene el pediatra
El siguiente paso es acudir al médico para que valore la cojera de nuestro niño. Un examen minucioso le hará valorar si ha sufrido algún golpe que le haya producido algún tipo de traumatismo. Piensa que el bebé todavía no se explica bien, así que no podrá decirte si le ha sucedido algo mientras no estaba a tu cuidado. El médico revisará todas sus articulaciones para comprobar si existe algún tipo de inflamación que necesite un cuidado especial.
En la mayoría de los casos suele tratarse de la sinusitis transitoria de cadera, es decir, un catarro anterior que afectó a las vías altas y que suele dejar secuelas en la articulación de la cadera de un solo lado. Secuelas leves que se pasan con antiinflamatorios, eso sí, siempre revisado por el pediatra que, en otras ocasiones también pide pruebas complementarias para descartar otras complicaciones.
Vía | Bebés en camino
Fotos | Los tesoros del bebé y Urología integrada
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