El Coco y el Hombre del Saco
Muchos somos los padres y madres que tenemos que luchar para que nuestros pequeños se habitúen a dormir solos en su habitación. La verdad es que no me extraña que los niños se nieguen por miedo después de darme cuenta de los terrores que en ocasiones podemos inducirles sin casi darnos cuenta. ¿Quién no conoce al Coco o al Hombre del Saco?
Mi madre y mi abuela ya me avisaban de que si no dormía vendría a comerme el Coco. De por sí, el hecho de pensar en que alguien puede venir a comerte a media noche ya hace que se te quite el sueño de golpe, ¿no?. Se trata de tradiciones tan arraigadas que es inevitable que se nos escapen de la manera más inocente. De hecho, hay muchas versiones de la nana protagonizada por este ser. «Duérmete niño, duérmete ya que viene el coco y te comerá», «A dormir, a dormir, que viene el coco y se lleva a los niños que duermen poco»
Este ser utilizado para asustar a los niños que no quieren dormir es conocido en casi todo el mundo. También es conocido por el Cuco. Normalmente se representa por algo esférico, podría relacionarse con la forma del coco que es redonda y tiene tres agujeros que podrían parecer una cara. Coloquialmente, se le puede llamar a la cabeza «coco» como en la expresión «comerse el coco». El Hombre del Saco también se utiliza para advertir a los niños que se portan mal o que son reticentes a regresar a casa temprano. «Vendrá el Hombre del Saco y se te llevará». Algunos expertos relacionan la figura de este hombre con personajes que desgraciadamente sí que secuestraron a niños en la realidad, pero esta figura no es el reflejo de nadie en particular. Eso sí, sería mejor que si tenemos un hijo miedoso intentemos evitar llenarle la cabeza con más monstruos puesto que a ciertas edades ellos mismos ya se los crean.
Así, ¿cómo vamos a conseguir que duerman los pequeños?. Ni siquiera yo, sería capaz de conciliar el sueño si me empezase a «comer el coco» con estos personajes. Sin embargo, los niños están rodeados de personajes malos en sus cuentos y no les ha causado ningún trauma, más bien les ayuda ha discernir entre lo bueno y lo malo. Sólo hay que fijarse en los cuentos como Caperucita, Los Tres Cerditos o Los Siete Cabritillos y el Lobo.
Foto | Wikipedia
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