Cocinar con niños: Pizza
La obsesión por la salud de nuestros niños y especialmente por evitar la obesidad, nos puede llevar a privarles de pequeños y sanos caprichos. Los niños tienen que comer de todo, de unas cosas más que de otras, pero en la variedad está la salud y el gusto. La pizza es uno de los platos favoritos de cualquier pequeño y es un medio perfecto para conseguir que coman alimentos que no suelen gustarles como las verduras.
Preparar una pizza en casa es fácil y los niños pueden colaborar sin riesgo. Si no tenemos tiempo o no queremos complicarnos, podemos comprar la masa precocinada y elegir entre varios tamaños. Los ingredientes son fáciles de conseguir en cualquier supermercado. Los básicos son tomate frito y queso mozzarella. Por encima podemos poner casi cualquier alimento, jamón, aceitunas, salchichas, brocoli, maíz, atún, etc.
Si prefieres que sea 100 por ciento casera, los ingredientes para la masa son:
- 300 gr de harina
- 12 cl. de agua
- 1 yema de huevo
- 1 sobre de levadura
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- sal
En un recipiente grande se mezcla la levadura con un poco de agua. Se añade la harina haciendo un agujero en el centro de la masa para echar el resto de agua, una cucharadita de sal y un chorrito de aceite de oliva. Se amasa bien para que no queden grumos y cuando la masa no se pega a los dedos, se tapa y se deja reposar durante una hora. Después espolvoreamos con harina el mármol de la cocina y cogemos bolas de masa del tamaño que queramos que tenga la pizza. Se aplana con el rodillo, también enharinado, hasta que queda una lámina fina. Le damos la forma que queramos y ya podemos añadir los ingredientes.
Se precalienta el horno a 210º durante 10 minutos y se hornea la pizza entre 12 y 15 minutos. Y ya tenemos un plato completo y divertido. Los niños pueden colabrorar sin peligro durante todo el proceso, excepto este último paso. ¡Buen provecho!
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Foto | Splat Cooking