Cocinando con Aimar y Arla en Faunia

Hace unos días Arla nos invitó a pasar un día la mar de divertido: un taller de cocina con Aimar, semifinalista de Master Chef Junior y co-presentador de Un, dos, Chef!.

Arla es una cooperativa láctea, muy implicada en la alimentación saludable (incluso tienen productos sin lactosa) y la sostenibilidad, escuchando tanto a ganaderos como a los usuarios de sus productos.

El plan que nos sugirió Arla fue el de un taller de cocina para niños… ¿y qué mejor que hacer su propia pizza? Sólo os adelantaré que Fernando Jr disfrutó tanto haciéndola que esa misma noche volvimos a preparar pizza en casa para cenar.

Mi hijo tiene 9 años y, como él dice, es un «pre adolescente». Esto significa que ya empieza a ser más rebelde de lo normal y más apático con actividades familiares. Siempre ha sido muy «cocinillas», pero desde que es «mayor» ha ido abandonando esta faceta. Así que no fue demasiado contento al taller de cocina de Arla.

Sin embargo, a los pocos minutos de conocer a Aimar la cosa cambió por completo. En seguida conectaron y la timidez de mi hijo desapareció totalmente.

Tras la demostración del pequeño chef Aimar, nos dispusimos a preparar nuestra propia pizza, facilitándonos todos los ingredientes que deseáramos. No hace falta decir que todos los niños se lo pasaron genial. Aimar iba ayudando a todos los pequeños cocineros, a la vez que daba algunos consejos muy útiles (impagable el de la masa crujiente)

Arla nos facilitó todos sus productos como los diferentes quesos rallados, pero el que más divirtió a nuestros hijos fue, sin duda, el Arla Finello Puzzle, una original forma de presentar el queso, con forma de piezas de puzzle que fue el preferido por los niños.

Después de lo divertido, hacer la pizza, tocaba probarla, claro. Así que ¡todos a comer pizza!

Y, para hacer la digestión nada mejor que un paseo. El taller de cocina tuvo lugar en Faunia, el magnífico parque de animales. En una visita guiada nos llevaron a ver los peces, los perrillos de la pradera, etc. Cuando llegamos a la granja los pequeños se volvieron locos, dando de comer a las cabritas y otros animales.

Pero no acababa aquí la excursión. Tras visitar a los familiares de Bambi, fuimos al túnel acuático en el que disfrutamos viendo a grandes peces pasando por encima nuestro: manatíes, tortugas, etc. Y no podía faltar la visita a una de las estrellas de Faunia, los pingüínos.

En resumen, una magnífica experiencia, en la que nuestros hijos cocinaron su propia comida, aprendieron y se divirtieron y quedaron encantados con el queso en puzzle, todo un acierto.

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