Claves para un embarazo con éxito tras un aborto
Al igual que el héroe se convierte en villano en un momento, las sensaciones que se tienen cuando recibimos la noticia de que se ha sufrido un aborto, son también dispares con respecto a cuando nos anunciaron que íbamos a ser papás.
Rabia, dolor, desesperanza. Se pueden nombrar varios adjetivos a ese respecto. Sin embargo, no se debe pensar que todo está perdido. La paciencia y el recuperar el ánimo y la ilusión juegan un papel muy importante a la hora de mantener los planes de ser futuros papás.
Se debe reconocer lo triste que es sufrir un aborto. Se debe superar entre la pareja este mal trago, aún a pesar de que se presentaran malos momentos entre ellos. La sensibilidad, en esos momentos, se encuentra a flor de piel. A pesar de que la situación económica no sea muy buena, la noticia de un embarazo se recibe con esperanza de ser un punto nuevo de partida al cambio. Tras saber que hemos abortado, todo se desvanece y pensamos que la vida es injusta con nosotros. Con tranquilidad y reflexión, con apoyo de la familia e incluso de profesionales, si fuera necesario, se debe encontrar ese punto de calma que nos hará volver a desear en el futuro ser padres.
Aunque se recomienda esperar un mínimo de seis meses antes de volver a intentarlo, diversos estudios médicos han demostrado que el quedarse embarazada en un tiempo inferior, reduce el riesgo de complicaciones médica a surgir, además de disminuir la aparición de embarazos ectópicos o partos prematuros. Por lo tanto, sabemos que estamos en disposición de volver a intentarlo tras el aborto.
Y no pensar que afecta físicamente a la mujer para posteriores embarazos. Salvo en casos crónicos de mujeres con algún tipo de problema anterior, la mujer tras el aborto se encuentra en perfectas condiciones físicas para afrontar un nuevo embarazo. Incluso se dice que con más posibilidades para quedar encinta. Esta creencia también es mental por parte de la mujer, que debe creer que esto es cierto sin imponerse ningún tipo de traba.
No se debe perder el ánimo ni la esperanza. Un tropiezo puede sucederle a cualquiera. Así es como se debe enfocar para no caer en la desidia y el pesimismo. De verás que se puede superar. Os lo digo por experiencia.
Vía | consumer.es