Cinco consejos para no volver a fumar después del parto
Un estilo de vida que no está condicionado por la adicción al tabaco es un compromiso que se prolonga en el largo plazo. Muchas fumadoras se alejan de esta rutina durante el periodo de embarazo. Sin embargo, retoman la costumbre poco tiempo después de dar a luz. La adicción al tabaco se materializa en la dependencia.
Y el final de dicha dependencia no se produce cuando la expectativa de fumar sigue presente de algún modo, aunque se posponga para otro momento. Hay un factor añadido que puede propiciar la recaída: el estrés. Del mismo modo, existe un mayor nivel de sensibilización social hacia los efectos negativos del tabaco durante el periodo de gestación. En Uno más en la Familia te damos cinco consejos para no volver a fumar después del parto:
1. Diseña una estrategia
El objetivo de dejar de fumar supone un reto importante. Sin embargo, puedes consultar ayuda especializada para no afrontar el proceso en soledad. Un plan de acción personalizado te proporciona las herramientas necesarias para concentrarte en las metas a corto plazo, sin perder el foco del objetivo definitivo. Por ejemplo, la idea de reducir el número de cigarros diarios no implica terminar con el tabaco definitivamente. Es decir, puedes prepararte para dejar de fumar, pero el tiempo de preparación no debe prolongarse hasta el infinito. Es recomendable acotar la fecha que va a marcar un punto de inflexión en el proyecto personal.
2. Comprende el funcionamiento de la adicción
El mantenimiento del hábito del tabaco muestra una secuencia que se repite a lo largo del tiempo. Existe una creencia equivocada en torno al acto de fumar: algunas personas consideran que ese momento les produce una sensación relajante. Sin embargo, esa sensación se contextualiza en un momento que está acompañado por la aparente necesidad de fumar. De este modo, ese instante se percibe como una recompensa.
3. Toma decisiones que te refuercen en tu decisión de fumar
La suma de varias acciones alineadas en la misma dirección incrementa la autoconfianza personal durante el proceso. Las decisiones contradictorias, por el contrario, pueden convertirse en un modo de autoboicot. Es decir, el compromiso teórico de dejar de fumar requiere de acciones prácticas. Por ejemplo, es especialmente recomendable que analices aquellas situaciones en las que existe un riesgo añadido de encender un cigarro. ¿Qué otras alternativas contemplas en ese escenario? Comparte tu objetivo personal con familiares y amigos. Ellos pueden apoyarte y acompañarte en el proceso.
4. Concéntrate en los objetivos de cada día
El objetivo de dejar de fumar definitivamente se percibe como más complejo desde la óptica del «para siempre». Sin embargo, ese propósito adquiere una visión distinta cuando lo fragmentas en apartados más pequeños. De este modo, el cumplimiento de un objetivo diario te acerca al escenario en el que quieres estar a nivel potencial.
5. Desdramatiza una recaída y vuelve a empezar
Algunos fumadores intentaron dejar de fumar pero no lo han logrado todavía. Otros, por el contrario, se han mantenido alejados de esta costumbre. El testimonio de los exfumadores se convierte en una fuente de inspiración para dar el paso definitivo. Durante el camino pueden producirse algunas recaídas. En ese caso, comienza de nuevo. Vuelve a empezar, pero recuerda que no inicias el proceso desde cero de una forma literal. Ya has realizado un recorrido previo y puedes poner en perspectiva el aprendizaje adquirido hasta ahora.
Realiza una lista con los motivos por los que no te gustaría volver a fumar después del parto o escribe las razones por las que quieres abandonar el hábito definitivamente. Esas razones están relacionadas con un objetivo viable, saludable y realista. Aunque el camino parezca complejo, la perspectiva cambia cuando das el primer paso.
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