Cinco consejos para no sobreproteger al hijo pequeño
La sobreprotección puede manifestarse más allá de la crianza de los hijos. Es decir, también hace acto de presencia en otro tipo de vínculos. En relación con la formación de una familia, en ocasiones ocurre que este exceso de atención se dirige, especialmente, al hijo pequeño. En El Blog Infantil te damos cinco consejos para encontrar el equilibrio en el cuidado y la implicación.
1. El hermano mayor no debe ocupar el rol de cuidador
En ocasiones, la sobreprotección implica a todos los miembros del hogar. Es decir, padres y hermanos adoptan un comportamiento que pone un acento especial en el acompañamiento y el cuidado del niño. Sin embargo, es recomendable no depositar responsabilidades poco realistas en el hermano mayor (aunque tenga una edad diferente).
2. Evitar el exceso de regalos
A veces, este nivel de atención roza el plano del consumismo por medio de regalos y obsequios abundantes. Pero una lista interminable de sorpresas genera diferentes efectos negativos, además de la propia sobreprotección que se manifiesta en el tiempo de ocio. Por ejemplo, favorece el desarrollo del juego inacabado.
3. Educar sin etiquetas
La fecha del nacimiento muestra un dato especial en la biografía de una persona. Cuando este dato se contextualiza en el ámbito familiar, es posible observar la relación temporal existente con otros hermanos mayores o menores. Cuando esta circunstancia adquiere un peso excesivo, puede dar lugar a una imagen estereotipada de lo que implica ser el hermano mayor, mediano o pequeño. Es decir, una persona reúne otras muchas características y cualidades que muestran una visión integral de su realidad.
4. Confiar en los recursos del niño
La sobreprotección produce un efecto negativo por un motivo esencial (y no solo durante la infancia). El entorno impide que quien recibe un exceso de atenciones ejercite sus propias capacidades. Los familiares que le acompañan, a pesar de su buena intención, no le dan el espacio necesario para avanzar. El hijo pequeño tiene sus propios recursos, capacidades y habilidades para afrontar situaciones cotidianas. Puedes ofrecer apoyo, observar su evolución y motivarle por medio del refuerzo positivo.
5. Búsqueda de ayuda especializada
La sobreprotección puede mostrar numerosas contradicciones en padres y madres. En ocasiones, el progenitor es consciente de que quiere implementar algunos cambios en la crianza, sin embargo, tiene dificultades para trasladar esa idea a la realidad. También puede ocurrir que justifique su comportamiento sin llegar a poner el nombre de sobreprotección a su forma de vinculación.
Las contradicciones pueden estar causadas por miedos, dudas e inseguridades. Por ello, es recomendable buscar ayuda especializada cuando el exceso de atención que recibe el hijo menor genera consecuencias negativas en el propio niño y en otros miembros de la familia.
Por tanto, el hijo pequeño puede experimentar el efecto que produce una educación en la que predomina la sobreprotección. No es un hecho que se repite de forma universal, no es un esquema que se materializa a modo de causa y efecto. Pero es una circunstancia que puede producirse en aquellos hogares que están integrados por varias personas.
Comentarios cerrados