Cinco consejos para educar a tu segundo hijo
Los objetivos educativos adquieren una importancia esencial para padres y madres. Por ello, suelen tener una presencia especial en las metas que las familias priorizan durante el Año Nuevo. Los propósitos también se alinean con un contexto afectivo. ¿Cómo educar al segundo hijo? ¿Cómo acompañarle en la aventura de su crecimiento, recordando que es alguien único e irrepetible? En Uno más en la Familia te damos cinco consejos.
1. Apóyate en la escala de valores que te ha guiado hasta el momento
Especialmente, si el cumplimiento de los principios que forman parte de tu orden de prioridades te aporta bienestar, armonía y tranquilidad. Aunque el escenario familiar no permanece idéntico a lo largo de los años, los valores son una referencia, una orientación que permanece.
2. Aplica la experiencia adquirida hasta el momento
El nacimiento de un segundo hijo te posiciona en un etapa personal diferente. El nivel de incertidumbre se reduce tras la experiencia adquirida con anterioridad a este momento. El nuevo camino es único, sin embargo, dispones de recursos y herramientas que ya has desarrollado desde tu nuevo rol. Y vas a seguir alimentando tu inteligencia emocional, tus habilidades y tu capacidad para tomar decisiones.
3. Date el tiempo necesario para vivir el proceso de adaptación
Cuando nace el segundo hijo, el sistema familiar cambia en su conjunto. Surgen nuevos vínculos y, por tanto, también se crean otras circunstancias. Los cambios pueden llegar a abrumar en un primer momento.
No siempre es fácil gestionar y atender toda la información externa e interna. Sin embargo, la perspectiva del proceso es diferente cuando te das el tiempo que necesitas para adaptarte. Pero el proceso de adaptación no es únicamente individual, sino que cada uno lo vive desde su posición.
4. Observación
Incluso cuando dos hermanos tienen numerosos rasgos en común, son diferentes. Y la observación es una forma de acompañamiento que pone atención en la evolución, el desarrollo y el presente del niño. La observación de su realidad también es clave para evitar la tendencia hacia las comparación, las expectativas idealizadas o cualquier otro error que pueda convertirse en un peso para el menor.
La mirada no solo se dirige hacia el exterior, sino también hacia el interior: atiende tus sentimientos, pensamientos y emociones.
5. Objetivos educativos individuales y comunes
Existen atenciones, cuidados y prioridades que ponen el acento en la etapa vital que vive el segundo hijo. Es decir, existen pautas de crianza que pueden potenciar el bienestar de cada uno en función de sus necesidades.
Sin embargo, la educación del segundo hijo, al igual que la del primero, forma parte de un proyecto más amplio que se enmarca en el ámbito familiar. Es recomendable que la atención a las necesidades individuales y la búsqueda del bien común alcancen un equilibrio en la práctica.
Comentarios cerrados