Cinco consejos para conectar con la infancia de tus hijos
La conexión entre padres e hijos se materializa en numerosos instantes más allá de la distancia generacional que acompaña a un vínculo tan especial. Conectar con tu hijo supone, también, acercarte a la realidad de su infancia. Una idea que resulta bastante sencilla en apariencia cuando se analiza en su perspectiva teórica, pero que es difícil de concretar en la práctica. El ritmo de la urgencia, las preocupaciones o la propia complejidad del estilo de vida adulto pueden interferir en la comunicación afectiva. ¿Cómo conectar con la infancia de tus hijos? En Uno más en la Familia te damos cinco consejos.
1. Recuerda que el momento más importante es este
La postergación puede aplazar de forma indefinida las demostraciones de afecto, la presencia consciente o las acciones que fortalecen el apego. A veces, el ser humano se siente arrastrado por una dinámica que le lleva a anticipar preocupaciones por cuestiones de futuro cuando ese mañana todavía no ha llegado. En definitiva, dirige la atención hacia el momento más importante: el ahora. Es allí donde transcurre la infancia de tus hijos.
2. No te olvides de tu propio niño interior
La complejidad y la exigencia del estilo de vida adulto también pueden llevarte a descuidar a la parte de ti mismo que te permite exteriorizar a tu niño interior. Ten en cuenta que ese niño espontáneo, inocente, divertido y alegre surge en una sonrisa, en el sentido del humor o en la observación.
3. Juega con tus hijos en casa y en el parque
El juego es un recurso educativo que no solo te acerca a la realidad de tus hijos, sino que te aproxima a tu propio niño interior. De hecho, produce un efecto muy terapéutico a nivel personal como medio para prevenir el estrés y mejorar el sentido del humor. Juega con tus hijos en casa y en el parque: recuerda que el valor del juego no solo se mide en su perspectiva cualitativa, sino también cuantitativa (la frecuencia puede marcar la diferencia en la memoria de los recuerdos compartidos).
4. Alimenta la amistad con otros padres y madres
Aunque tu realidad familiar es única, es probable que muchos de los desafíos que afrontas en relación con la conciliación, la crianza o la educación, también afecten a otros padres y madres que te rodean. Las conversaciones sinceras en torno a los pensamientos, preocupaciones y miedos del día a día pueden aliviar el peso con el que cargas a nivel interno.
5. Toma de conciencia
A veces, el punto de inflexión en la forma de vivir la paternidad o la maternidad se produce a partir de la toma de conciencia. Ocurre algo que hace que el adulto se dé cuenta de que no puede seguir inmerso en la misma dinámica. Esa toma de conciencia es determinante por una razón esencial. Tal vez las circunstancias de la vida familiar o profesional no evolucionen o cambien al ritmo deseado. Por ello, la forma de vivir con inteligencia emocional la rutina diaria marca la diferencia en la relación de pareja, en el vínculo con los hijos y, por supuesto, en la propia autoestima.
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