Cinco buenas razones para acunar al bebé
El bebé expresa información sobre sí mismo a través de su lenguaje corporal. Una comunicación no verbal que también está presente en el término que analizamos en Uno más en la Familia: acunar. A través de este gesto de amor, se crea un pequeño universo entre dos personas. Los beneficios que ofrece esta experiencia no solo fortalecen al bebé, sino que el bienestar es compartido.
En Uno más en la Familia enumeramos cinco buenas razones para acunar al bebé. ¡Descúbrelas a continuación!
1. Contacto físico
El bebé tiene necesidades básicas que son esenciales para su desarrollo. La cercanía del abrazo se enmarca en esta lista de prioridades. El contacto físico es un alimento emocional que ofrece acompañamiento, seguridad y amor.
2. Conocimiento mutuo
El acunamiento se contextualiza en el ámbito de un vínculo interpersonal. Un vínculo en el que el yo se encuentra con la alteridad. El bebé descubre a sus figuras de referencia y se siente mejor en su compañía. Por otra parte, el padre y la madre también observan al bebé.
3. Estimulación del sentido del tacto
Acunar es un hecho que a nivel interno genera una vivencia que es recordada de forma consciente por el adulto. La memoria de ese momento da lugar a anécdotas y sensaciones que el progenitor comparte en el futuro con su hijo. La esencia de este momento se sintetiza en una palabra: comunicación. Una comunicación que va más allá de la voz y se percibe a través del sentido del tacto. Aunque el bebé no verbalice aquello que siente, el acunamiento produce una huella positiva que perdura en el tiempo.
El contacto piel con piel está muy presente en este proceso. Pero la interacción va más allá de este sentido. El bebé percibe el aroma de su figura de referencia. Además, también puedes acompañarle con el contacto visual.
4. Aportar calma y tranquilidad
Existen distintos momentos en los que el bebé puede exteriorizar su llanto. ¿Cómo ayudarle a recuperar la alegría? Es importante identificar cuál es la causa de esta expresión. Además, acunarle es una respuesta afectiva que fortalece al bebé por medio de la armonía, la serenidad y la calma. El bebé siente el calor corporal y un movimiento acompasado que le envuelven como en un abrazo.
5. Mimos positivos
Mecer al bebé es una acción que, en su esencia, se mantiene a lo largo de la vida. La construcción de un vínculo de apego estable y feliz favorece el desarrollo potencial de otros lazos significativos y enriquecedores. Es la representación de la conexión del cuidado que padres y madres ofrecen a su hijo. El contacto físico es la expresión del cariño, la compañía, la verdad y el consuelo. La esencia de este gesto se mantiene, por ejemplo, en un abrazo. En la etapa inicial de la vida, acaricias emocionalmente a tu hijo cuando creas esta cercanía.
Existen múltiples motivos para acunar al bebé que van más allá de su bienestar individual. Dicha acción incrementa la resiliencia en padres y madres, puesto que crea una conexión profunda con el niño y con uno mismo.
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