Cinco beneficios de la masticación en los niños

La alimentación saludable ocupa un lugar esencial en la vida familiar. Por ello, padres y madres son conscientes de la relevancia que tiene esta cuestión en el bienestar infantil. Sin embargo, no solo es importante el alimento en sí mismo, sino también la forma de degustarlo.

El proceso de masticación es clave desde distintos puntos de vista. Masticar es un aprendizaje en sí mismo. Un aprendizaje que, como cualquier otro, requiere de experiencia práctica. Y, por ello, produce beneficios que analizamos en Uno más en la Familia.

1. Experimentar con la comida

Cada tipo de alimento posee su forma, aroma, textura y características propias. Por ejemplo, los productos blandos se diferencian de aquellos que tienen un acabado más duro. Propiedades que influyen directamente en la experiencia de masticar que se presenta como un ejercicio necesario desde la niñez. El descubrimiento de nuevos alimentos amplía el número de sensaciones.

2. Realización de una digestión saludable

Cuando el niño mastica un alimento, lo tritura en su boca. La porción principal se descompone en fragmentos más pequeños. La masticación prepara el alimento antes de tragarlo. Un proceso que influye positivamente en la realización de una digestión saludable.

3. Estimulación de los músculos

Por medio del proceso de masticación, el niño conoce mejor su propio cuerpo. Existen ingredientes que hacen posible esta experiencia. Por una parte, el movimiento de la mandíbula que está caracterizado por la lateralidad. Por otra parte, distintos músculos intervienen en el proceso.

Sin embargo, si la dieta del niño se compone habitualmente de alimentos blandos, no tiene la oportunidad de entrenar la masticación. La dentadura posee un componente estético, como muestra la belleza de una sonrisa bonita. Pero, en esencia, los dientes tienen un uso práctico y funcional.

4. Desarrollo de la fuerza

El ejercicio de la masticación de un alimento está acompañado por el desarrollo de la fuerza necesaria para lograr el objetivo. Por medio de la experiencia y el aprendizaje derivado de esta, el niño adquiere una masticación equilibrada, aquella que integra a ambos lados.

5. Desarrollo del habla

La masticación no solo puede ponerse en relación con la alimentación y la nutrición, sino también con el proceso del habla. Algunas de las partes de la boca que intervienen en esta experiencia, también son esenciales para la correcta articulación de los sonidos que forman parte de la comunicación oral.

Por tanto, es importante que los niños tengan la posibilidad de masticar con los dientes de leche alimentos seguros y acordes a su edad. Ya que esta experiencia influye en el proceso de formación de la dentadura definitiva. Existen problemas dentales que pueden manifestarse a lo largo de la infancia y que tienen su origen en una deficiente masticación. Por ejemplo, esta cuestión puede influir en una inadecuada posición de los dientes.

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