Chequeos de salud a los menores de Fukushima
Desde el accidente de Fukushima han sido muchos los padres que pedían revisiones para sus hijos. Con el precedente de Chernobil los japoneses temen por la salud de sus niños. Después de un estudio no oficial a muestras de 130 niños cuyos resultados dieron anomalías hormonales, la prefectura japonesa de Fukushima ha decidido poner en marcha un programa para revisar a 360.000 menores que vivían cerca de la central cuando se produjo el accidente.
Un equipo de la facultad de Medicina de la Universidad de Fukushima será el encargado de realizar los primeros chequeos y los de los próximos años. En las revisiones se intentará comprobar si la radiación ha provocado algún problema de tiroides en los menores de dieciocho años. Los niños son más sensibles a la radioactividad. Debido a que están en crecimiento, hay una mayor división celular y la radioactividad puede interrumpir ese proceso. El cáncer de tiroides a largo plazo es uno de los más frecuentes después de una exposición a radioactividad.
Los hijos de Fukushima no sólo se pueden enfrentar a padecer cáncer de tiroides. La exposición a la radiación sobre personas que en el futuro tengan hijos puede conllevar más de cincuenta efectos hereditarios graves sobre los bebés. Los bebés nacidos de embarazadas expuestas a los efectos de la radiación posiblemente también presenten malformaciones o incluso retraso mental.
Con este panorama tan dramático será difícil que ni los supervivientes, ni las generaciones venideras puedan olvidar el tsunami que dejó más de 20.000 muertos y que provocó una de las catástrofes nucleares más graves de la historia.
Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Marko8904
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