El cerebro del bebé puede almacenar cualquier sonido verbal
Seguro que alguna vez te has preguntado porqué los chinos tienen dificultad para distinguir entre las consonantes R y L, o porqué los francesas no pronuncian la RR. La respuesta es bien sencilla: esos sonidos no se encuentran en su idioma y, por lo tanto, no están acostumbrados a escucharlos, digamos que su mente no los ha asimilado y es incapaz de distinguirlos.
Pero según un estudio reciente, realizado en la Universidad de Rutgersen, Estados Unidos, todos los bebés tienen la capacidad de aprender, asimilar y almacenar cualquier sonido verbal que se produzca a su alrededor. Esta capacidad se va perdiendo a partir de los seis meses, y siempre debido a causas propias del desarrollo físico de nuestro cerebro.
Los seres humanos, a diferencia de otros seres vivos, nacemos con el cerebro en pleno desarrollo. Nuestras conexiones neuronales se van consolidando, a la vez que se crean nuevas, a los largo de los seis primeros meses, una vez pasado ese tiempo es como si esa red cerebral ya estuviera creada. Si a un bebé de seis meses le hablamos en distintos idiomas, con sus sonidos particulares, los irá almacenando y, según los expertos, podrá pronunciarlos más adelante, sin ningún tipo de dificultad. De ahí que algunos niños, cuando son adultos, tengan esa excelente pronunciación, incluso aunque no sea el idioma habitual de casa.
El consejo de estos científicos, después de haber valorado a varios bebés con distintas pruebas, es que entrenemos el cerebro del bebé, durante esos seis meses, con sonidos de otras lenguas, además de la nuestra. En este periodo nuestro pequeño está preparado para reconocer cualquier sonido de cualquier lengua que se utiliza en el planeta, digamos que tienen una capacidad infinita para asimilar cualquier sonido, algo que se pierde muy pronto.
Vía | Una página de noticias
Foto | Pequepolis