Castigos colectivos en el colegio: características y consecuencias

La disciplina es un elemento importante en la educación que se aplica en el ámbito académico. La disciplina se nutre con numerosos aspectos positivos que influyen favorablemente en colegios y escuelas: normas de convivencia, respeto al bien común, seguimiento constante… Desde el punto de vista histórico, el castigo es uno de los métodos que ha ido dando paso a otras alternativas y fórmulas más respetuosas en la educación actual. Sin embargo, aunque no sea una experiencia frecuente o habitual, el castigo, en ocasiones, adquiere una perspectiva colectiva.

Así sucede cuando el límite o la restricción impuesta se aplica a un grupo de alumnos, por ejemplo, a toda la clase. Una forma de castigo que adquiere una dimensión grupal es aquel que reduce en un tiempo determinado el horario del recreo. De este modo, los alumnos no disfrutan con las mismas condiciones de siempre de su merecido descanso.

Consecuencias de los castigos colectivos en el aula

Los castigos colectivos se aplican sobre el grupo. Aunque la medida esté motivada por una causa concreta y específica, presenta una contradicción en su base. Y es que, la responsabilidad del hecho que ha propiciado una situación compleja se diluye directamente en el grupo. Y este hecho, a su vez, puede generar tensiones entre los alumnos. Aquellos que no han participado directamente en la circunstancia que ha propiciado el castigo sufren las consecuencias del mismo.

Por otra parte, puede generar algún tipo de presión en los testigos del hecho, que se sienten condicionados a decir aquello que saben. Sin embargo, también pueden vivir el miedo al qué dirán, la presión para guardar el secreto o la inercia de lo que hace la mayoría. El castigo colectivo también pone un peso añadido sobre aquellos alumnos que han participado directamente en la situación que ha derivado en dicha medida. Y es que, las consecuencias de aquello que ha ocurrido también recaen sobre sus compañeros. Una circunstancia que también puede interferir en la convivencia.

Cuál es la intención de un castigo colectivo

Un castigo colectivo en el colegio suele contextualizarse ante un escenario que plantea una incidencia de la que se desconoce quién es el autor principal o los implicados en el suceso. Sin embargo, a partir del contexto que enmarca el suceso, es posible interpretar que los implicados se encuentran en el grupo. El castigo colectivo se plantea con el objetivo no solo de educar y corregir, sino también de descubrir, precisamente, quién es el responsable. En ocasiones, el profesor sí puede identificar con claridad esos comportamientos que han superado el límite de su paciencia en nombres concretos.

Generalmente, cuando una persona aplica un castigo colectivo no adopta esta medida sin un aviso previo. Es decir, ya ha anunciado esa posible consecuencia si una situación se prolonga de forma indefinida. Como hemos indicado, el castigo ha dado paso a otras fórmulas más respetuosas de educación y corrección en el ámbito educativo y en casa. Sin embargo, en este artículo hemos querido reflexionar sobre una forma muy particular de castigo que, en ocasiones, genera algún conflicto con las familias (que no están de acuerdo con la medida aplicada).

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