La casa menguante, cosas de la maternidad

La casa menguante, cosas de la maternidad

Escrito por: Belén    31 julio 2014    2 minutos

Hace ya mucho tiempo hablamos de como encoge el coche cuando tenemos un bebé. Meter todo lo que necesita más los «por si acaso» en el maletero, es labor para expertos en el Tetris. Pero no solo mengua el coche, el espacio en casa, tan ordenada y limpia antes de que llegue el peque, se va haciendo escaso a medida que se acerca la fecha de parto y, casi desaparece una vez ha nacido. Los niños van creciendo y la casa va haciéndose pequeñita.

Hay que ser muy disciplinado para seguir manteniendo el orden entre tanto pañal, cremas, ropa de tres tallas y sobre todo entre tanto juguete. Pero también hay que tener espacio y mobiliario para poder organizarlo todo. A mí hace tiempo que me superó y acepté que mientras sean pequeños tendré que encontrar pelotas, canicas y otros tesoros bajo el sofá, piezas de Lego decorando la entrada, botes para hacer pompas de jabón en la bañera e incluso peluches en mi cama. Puedo vivir con ello, aunque sin dejar de intentar que aprendan a ordenar.

Pero incluso aunque seas muy organizado te encogerá la casa. Los juguetes en sus estantes o cajas siguen ocupando espacio. Los libros requieren hueco en la estantería, y los peques un lugar para jugar. La única forma que he encontrado para poder seguir teniendo una casa habitable, es dar salida a las cosas que quedan en el olvido durante 6 meses o más. Hay muchas alternativas, desde publicar gratis los artículos en páginas de compra venta o de segunda mano, a donar en persona o por Internet aquello que puede ser útil para otros.

Aunque, como decía, sigo en la lucha por mantener un mínimo de orden, he aprendido un par de cosas. La nostalgia y el guardar por si acaso solo sirven para tener más trastos cogiendo polvo, menos espacio y más estrés. Y, los humanos somos expertos en adaptarnos, si no puedes controlar el desorden, aprende a ser feliz con él.

Foto | Flickr-Elizabeth

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