Carga mental en la maternidad: causas, efectos y remedios

La carga mental es una experiencia que pueden sufrir distintos adultos, cada uno a partir de sus circunstancias. En algunos casos, esta sensación de peso está vinculada con una circunstancia profesional. En otros casos, es la suma de distintos factores la que produce esta sensación de desgaste con la que convive quien tiene dificultades para concentrarse realmente en el presente ya que su mente siempre permanece atenta a aquello que todavía queda pendiente de hacer. La carga mental en la maternidad puede ser una experiencia que se produce cuando en una pareja no existe todavía un reparto equitativo de responsabilidades, no solo en la acción, sino también en la planificación.

Pero la carga mental también puede agravarse con otros factores, por ejemplo, el propio perfeccionismo de quien se exige a sí misma la máxima eficacia en todo momento. Esta sensación de ir contrarreloj todavía es más compleja en un escenario vital como el de la maternidad. Un tiempo en el que surgen tantos imprevistos que rompen con la planificación prevista y la propia conciliación es compleja. A ello también se suma el efecto de monotonía de tantas labores que son tan rutinarias en el hogar.

En otros casos, la carga mental es un malestar con el que la persona ya había convivido en distintos episodios de su vida, sin embargo, lo que ocurre en este nuevo contexto es que este hecho se agrava.

¿Cuáles son los efectos de la carga mental en la maternidad?

Estas son algunas de las consecuencias que pueden producirse en este contexto. Una de las consecuencias visibles es el cansancio físico y mental. Un cansancio que se torna en una sensación recurrente para quien se sobrepone a esta dificultad constante para continuar con el ritmo de una rutina en la que parece no quedar espacio para una misma. Por ello, uno de los efectos de la carga mental en la maternidad es que la persona vive tan pendiente de todo aquello que queda por hacer que se pone a sí misma en un segundo plano cuando su cuidado es más importante que otros muchos aspectos.

El efecto de la carga mental en la maternidad también resta capacidad de disfrute de tantos momentos sencillos en la rutina cotidiana, pero también en periodos de descanso. Incluso en el tiempo libre, la atención al presente puede verse interrumpida por la planificación de aquello que está pendiente de hacer en los próximos días.

El principal riesgo de esta circunstancia es continuar con este ritmo y normalizarlo arrastrando en el tiempo esta dinámica. Y es que, la propia urgencia de la inmediatez de tantos asuntos pendientes de resolver, sumados al propio cansancio, parecen no dejar tiempo para pensar en cómo generar cambios a este respecto para mejorar la calidad de vida personal. De este modo, el agotamiento del final de un nuevo día conduce al ritmo de una nueva jornada que tendrá el mismo esquema de estrés que, a veces, queda silenciado por poner la atención en la ocupación y no escuchar la emoción.

Cómo aliviar la carga mental en la maternidad

¿Cómo aliviar la carga mental en el contexto de aquellas familias en las que no existe un reparto equitativo de las responsabilidades? Generando un cambio significativo a este respecto, haciendo de esta colaboración un objetivo real en la práctica, y no solo en la teoría. Para ello, conviene concretar el cómo de este proceso.

Uno de los libros que reflexiona sobre esta temática y tal vez sea de tu interés es este. La carga mental femenina: O por qué las mujeres continúan al mando del hogar a coste cero; una obra escrita por Samanta Villar.

El hábito de la lectura es práctico para alimentar el pensamiento crítico y formar una opinión al respecto. Un pensamiento crítico que es necesario para generar cambios. Por ello, puedes seleccionar títulos de distintos autores para profundizar en este aspecto. Otro de los libros que reflexiona sobre el tema de la conciliación laboral es Nosotras que lo quisimos todo. Una obra de Sonsoles Ónega.

El síndrome de la carga mental también hace sentir a quien experimenta esta percepción de sentirse desbordada por las responsabilidades el efecto de creer que es indispensable. Sin embargo, la carga mental cuando se produce en el contexto de una relación de pareja en la que existe un reparto desigual de las responsabilidades en el hogar y en la familia, es fruto de una situación en la que uno de los dos está delegando competencias que le corresponden en la otra parte. Y esto da lugar a un peso que puede afectar incluso al propio vínculo. Pero que algo haya sido así hasta el momento en el contexto de un hogar, no significa que no puedan darse nuevos cambios que benefician a toda la familia. La comunicación de pareja es muy importante para generar cambios desde el entendimiento, la escucha activa y acuerdos de pareja que muestran el esquema «yo gano- tú ganas». Y en esta combinación también ganan los niños.

Una de las prácticas para reducir este efecto de la carga mental es concretar en la agenda semanal o quincenal un espacio que sea para ti misma. Un tiempo en el que puedas concentrarte principalmente en planes que te gustan sin preocuparte de otras responsabilidades. Incluso aunque esta experiencia tiene un propósito de bienestar, puede ocurrir que una persona se sienta incómoda durante las primeras rutinas por no estar familiarizada con este hábito. Pero mereces tener este tiempo para ti y es positivo que te recuerdes este mensaje que tantas veces olvidas por el puro cansancio de la carga mental.

Un proceso de coaching es una experiencia que en el ámbito de la maternidad puede generar cambios significativos para aquella persona que concreta en acciones un objetivo realista. Los resultados de este proceso de coaching también están muy vinculados con el propio nivel de compromiso de la protagonista en este proceso de autoconocimiento. Es decir, es importante estar preparada para vencer la resistencia al cambio que puede llevarte a tu zona de confort habitual.

¿Qué consejos te gustaría dar a otras personas que estén pasando por esta experiencia de la carga mental en la maternidad?

Padres y madres #cansancio #psicología