Canciones infantiles interpretadas con gestos: características
Las canciones forman parte de la banda sonora de la niñez. La música muestra sus múltiples sonidos y matices, incluso, en la propia voz de los seres queridos. Las nanas y canciones de cuna susurran letras sencillas que acunan al bebé con las palabras. Pues bien, existe una propuesta musical que unifica el ritmo, la melodía y el movimiento: las canciones infantiles con gestos son educativas y divertidas. ¿Cuáles son sus principales características?
1. Movimiento de manos
¿Cómo seguir el compás de la composición? El propio movimiento de manos se integra en el contexto de la canción. Es decir, se alinea con la propia voz. En consecuencia, la interpretación de la melodía se desarrolla en una doble dirección. Por una parte, a través de la expresión oral. Pero la representación de la melodía también implica al lenguaje gestual.
2. Ritmos dinámicos y participativos
La canción es universal, porque está enmarcada en la cultura popular. Pero cada familia la integra en su propia historia, es decir, le da un significado que se enriquece con las vivencias compartidas. Son melodías que están acompañadas por sencillas coreografías. Es decir, fomentan la participación, la implicación y la representación.
En consecuencia, tienen el formato de un juego en el que existe una interacción. El efecto positivo de una melodía infantil va más allá del acompañamiento individual. Se produce una interacción interpersonal entre dos o más personas que participan de una misma experiencia.
3. Son breves y giran en torno a un estribillo que se repite
Las canciones interpretadas con gestos tienen otra característica principal: son composiciones breves y dinámicas. Además, el estribillo, que se presenta como el núcleo de la melodía, se repite en varias ocasiones. Por otra parte, posee un ritmo y una rima que facilitan el aprendizaje.
4. Forman parte de la cultura popular
Como hemos comentado, poseen una estructura sencilla en forma y contenido. Por ello, no solo se memorizan con facilidad por medio de la repetición. Sino que pueden llegar a recordarse durante toda la vida porque se alinean con la cultura popular. Es decir, son composiciones que resultan reconocibles para diferentes generaciones. Es una propuesta que se integra en la tradición oral.
5. Potencian la expresión de la emoción en el lenguaje verbal y corporal
Son melodías muy sencillas, sin embargo, tienen un gran valor emocional por aquello que significan. Ofrecen la posibilidad de establecer una conexión especial con el niño. Son canciones que integran la emoción en la forma de interpretarlas. Por ejemplo, cuando un adulto entona una melodía, pronuncia con detenimiento cada palabra. No solo cuida la pronunciación, sino también la entonación. Su lenguaje corporal también transmite alegría, ilusión y diversión.
Las canciones infantiles interpretadas con los gestos de las manos forman parte de la memoria del adulto. Eso no significa que el niño vaya a recordar todas las letras con las que ha estado en contacto durante sus primeros años de vida. Pero sí es probable que siga vinculado a aquellas melodías que son especialmente reconocibles por formar parte del legado familiar.
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