Campaña informativa sobre el control del dolor en el parto en Estados Unidos
La Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos (ASA) ha lanzado una campaña informativa para contrarrestar la desinformación que, en algunos casos, proporciona internet respecto a los métodos de control del dolor durante el parto. «Aunque Internet ha aumentado inmensamente la cantidad y la disponibilidad de la información médica, también ha propiciado la propagación de la desinformación sobre el manejo del dolor y el parto. La meta de esta campaña es ofrecerle al público información precisa, imparcial y con bases científicas para ayudar a las futuras madres a decidir qué es lo más adecuado para ellas«.
Los datos que aporta ASA en esta campaña son:
- El manejo del dolor durante el trabajo de parto y el parto es una decisión individual. Las mujeres no deben sentirse presionadas ni a aceptar ni a rechazar medicamentos para el alivio del dolor. Las mujeres deben estar lo más informadas posible y mantener la mente abierta. Las mujeres embarazadas deben discutir el asunto con sus médicos y, si lo desean, reunirse con el anestesiólogo antes del parto.
- Se utilizan cuatro tipos básicos de anestesia durante el trabajo de parto y el parto. Estos son las epidurales, los bloqueos espinales, una combinación de ambos y la anestesia general. Las mujeres deben colaborar con su anestesiólogo para determinar cuál es la opción más adecuada para ellas.
- El manejo del dolor no tiene efectos sobre el parto, salvo en casos poco comunes y excepcionales. La decisión de usar medicamentos para el control del dolor en gran medida es un asunto de darle comodidad a la madre. Contrario a las creencias que se citan con frecuencia en Internet, no hay evidencia creíble que demuestre que las epidurales y otras formas de manejo del dolor aceleren o retrasen el parto, conduzcan a cesáreas o se relacionan con mayor incidencia de bebés deprimidos.
- Las mujeres no necesitan esperar a estar dilatadas hasta cierto nivel antes de pedir o recibir una epidural. Las guías primarias para el uso de la epidural son que la mujer solicite alivio del dolor, pueda permanecer inmóvil cuando se administre y no haya comenzado el parto.
- Contrario a lo que comúnmente se cree, las mujeres que tienen tatuajes en la zona lumbar pueden recibir una epidural. La inyección no hará que la tinta del tatuaje pase al torrente sanguíneo ni cause complicaciones para la madre o para el bebé.
Respecto al último punto, José Ramón Rodríguez Fraile, especialista en Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, comentó hace tiempo que la mayoría de los especialistas se niegan a pinchar en la piel tatuada. Lo que hacen es buscar un hueco en que la piel esté limpia de tinta, en el margen de 15 centímetros que tienen. La información es del año 2005 pero ya entonces este especialista afirmaba que del total de partos con anestesia que se practicaban en el Gregorio Marañón, 7.000, sólo 3 no habían podido recibir la epidural por un tatuaje.
Recientemente se han publicado estudios que consideran que se ha sobreestimado el riesgo de la epidural sobre los tatuajes lumbares, ya que no hay complicaciones documentadas.
Vía | Medline Plus
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