El cambio de hora no interesa a los peques

Hoy la mayoría de españoles han podido disfrutar de una hora más de sueño, de fiesta e incluso de trabajo. La mayoría pero no todos, ya que hay una parte importante de la población a la que el cambio de hora le da lo mismo, los niños. Ellos no entienden de ahorro energético o de domingos, abren los ojos, ven que es de día y entienden que es momento de despertar a toda la familia, y si es posible también a los vecinos.

Atrás quedaron aquellos tiempos en que te gustaba esta, difícilmente comprensible, costumbre de atrasar el reloj una hora. Aquella época en que los sábados podías trasnochar sin remordimientos y el domingo remolonear en la cama todo lo que querías. De lo único que puedes alegrarte hoy es de que será más fácil acostar a los niños, en su pequeño organismo se notará la hora de más y estarán cansados una hora antes.

Los padres nos habremos levantado a la hora de ayer y nos acostaremos a la de hoy, porque las tareas que habitualmente reservamos para cuando los niños están en la cama, seguirán esperándonos esta noche. No habrá sido la noche más larga del año, sino el día más largo. A muchos nos queda una semana o más para regular nuestro organismo. Pero veamos la parte positiva, las prisas mañana para levantarles, desayunar, vestirles y llevarles al cole, lo serán menos. A los peques les seguirá pareciendo por unos días que es más tarde de lo que en realidad es.

Y como curiosidad podría darse el caso de que haya habido un parto de gemelos durante el cambio de hora. Si el mayor nació poco antes de las 3 de la mañana de ayer, será el pequeño legalmente. El segundo hijo en ver la luz lo hará con el nuevo horario, por lo que habrá nacido alrededor de las dos de la madrugada, una hora antes que su hermano mayor.

Foto | Flickr-Caucas

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