El calzado adecuado durante el embarazo
Con el embarazo nos vienen encima un montón de cambios en nuestro día a día y no solamente relacionados con nuestro mundo interno, de salud o psicológico, también nuestros hábitos cambian y, por supuesto, nuestra forma de vestir y mimar nuestro físico. Con el aumento de peso la ropa se va ampliando pero ¿qué sucede con el calzado? ¿también necesitas cambiarlo?
Dependiendo de cual sea tu estilo tendrás que ajustarte más o menos a tus nuevas necesidades, no podemos olvidar que vas a encontrarte con algunos cambios físicos que te obligarán a tener que prescindir de los tacones, si son excesivos, o de los zapatos demasiado ajustados.
Los cambios hormonales, a menudo, hacen que retengamos líquidos y, por lo tanto, nuestros pies se hinchen, también es debido, especialmente en los últimos meses, al aumento de peso. Por ello necesitarás llevar unos zapatos más amplios, que tengan el empeine abierto, como las bailarinas o manoletinas, y con la punta cuadrada o redondeada para que tus dedos no vayan oprimidos. Los zapatos con cordones, tipo deportivos o mocasines, también son estupendos porque te los puedes ajustar a la medida que te resulte más cómoda.
Con el aumento de peso también cambia tu centro de gravedad, por lo que no es conveniente usar tacón demasiado alto. Tampoco vamos a renunciar a él del todo, como máximo unos 3 centímetros está bien, siempre que sea cuadrado ya que su base más ancha nos va a dar mayor estabilidad.
De igual modo es importante que el zapato lo llevemos bien sujeto para darnos seguridad y no perdamos el equilibrio, las caídas durante el embarazo son bastante frecuentes y pueden traer graves consecuencias. Una tira en el empeine, una hebilla o unos cordones al tobillo pueden ser estupendas ideas.
Para el material elige, siempre que puedas, la piel o tejidos naturales. Tus pies van a necesitar transpirar, especialmente si estamos en verano.
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