Bilingüismo: método OPOL para enseñar dos idiomas a los niños
Enseñar dos idiomas a los niños ofrece grandes ventajas y beneficios relacionados con la comunicación a largo plazo. Además, crear esta base desde la infancia simplifica el proceso de aprendizaje posterior en otras etapas de la vida. Existen diferentes métodos que aportan herramientas y claves para facilitar el descubrimiento de nuevas palabras en diferentes idiomas. El método OPOL es un ejemplo de ello.
Qué es el método OPOL y en qué consiste
La esencia de dicho método también puede sintetizarse a través de la siguiente fórmula: un idioma se alinea con una persona. Es decir, es esencial que cada uno de los adultos que participa en el proceso se implique de forma principal en la interacción con el niño en una lengua específica. De este modo, el peque tiende a asociar y a identificar a cada figura de referencia con una lengua concreta.
Cómo aplicar el método OPOL en la interacción con el niño
Por otra parte, es recomendable que exista un buen nivel de proporción entre el tiempo dedicado a hablar en ambos idiomas en la rutina cotidiana. No se trata de alcanzar una ecuación exacta, sin embargo, conviene aspirar a un equilibrio. Es decir, es aconsejable que no haya uno que se considere más importante que otro. Ambos deben tener una presencia similar en la rutina infantil desde el punto de vista temporal. Aunque, más allá del propio hogar, conviene tener en cuenta cuál es la lengua de referencia del niño en función del lugar en el que vive.
En la actualidad, muchos padres y madres hablan más de un idioma con fluidez. Sin embargo, es importante priorizar aquella alternativa con la que el hablante se siente más cómodo, familiarizado y seguro. Generalmente, la lengua materna ofrece este nivel de confort y bienestar emocional.
Este método se alinea principalmente con la realidad de aquellas familias en las que cada progenitor tiene una lengua materna diferente. Sin embargo, es posible ampliar la red de ayuda para aplicar esta fórmula en aquellos hogares en los que no se produce esa circunstancia. Por ejemplo, quizá sea un abuelo del niño quien tenga la oportunidad de comunicarse con él en otra lengua. El valor de educar a un niño en el aprendizaje de varios idiomas también puede integrarse en la elección de una escuela infantil.
Es importante enriquecer el proceso de aprendizaje más allá de la conversación y la interacción con otros recursos adaptados a la edad del peque: audiocuentos, libros, canciones, juegos, películas infantiles… Es decir, es recomendable seleccionar material complementario para dinamizar el proceso.
Finalmente, es aconsejable mantener la constancia y la perseverancia a largo plazo puesto que la continuidad es clave para potenciar el éxito de cualquier método de aprendizaje. El amor, la amabilidad y el afecto se convierten en el complemento perfecto para enriquecer las palabras y gestos (más allá el idioma empleado).
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