Los beneficios de leer poesía a los niños

Desde que nuestro niño nace, nos dirigimos a él de una forma verbal especial. Nada más abrir los ojos buscamos en el baúl de la abuela aquellas viejas nanas que han hecho dormir a generaciones de bebés de nuestra familia. El «Duérmete niño», el «Palmas palmitas» son divertidas canciones que acompañan los primeros meses de nuestro bebé y que están llenas de ritmo y musicalidad. De esta forma compruebas como, ante estas expresiones, nuestro peque se siente atraído de forma especial.

Esto es gracias al ritmo verbal que empleamos, sobre todo, al cantarle. Por eso la poesía les resulta tan atractiva. Muchos de nuestros niños aprenden sus primeras palabras a través de estas rimas o canciones que les enseñamos. La palabra repetida y de ritmo constante es aquella que más fácilmente retienen en su tierna memoria.

La forma creativa en la que se construyen las frases, las palabras cercanas con sonidos originales, consiguen despertar una especial curiosidad en nuestro bebé, ya que igual que sabemos que la música forma parte innata de su propio ser, la poesía, con su carga musical, también lo es. El problema es que con el crecimiento van perdiendo ese gusto por los versos. La complejidad del lenguaje o las estructuras enrevesadas, hacen que la rechacen.

Pero ¿cuáles son los beneficios que aporta la poesía a nuestro bebé?

• Ven el mundo que les rodea de una manera más cercana, al mismo tiempo que se integra en él a través de la comprensión de sí mismo.
• Descubren palabras nuevas, sonidos distintos y les invita a crear rimas. Jugar con el lenguaje les permite ampliar su vocabulario.
• Los versos son más fáciles de memorizar, por lo que puede tratarse de un divertido juego para realizar en familia.

Vía | About
Foto | Inaya

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