Los bebés de siete meses, reconocen las emociones en la voz de quien les habla
Según un reciente estudio a cargo de Tobias Grossmann del Centro de Desarrollo Cerebral y Cognitivo, de la Universidad de Londres, al rededor de los siete meses los bebés se encuentran ya en capacidad de distinguir la emotividad en la voz, al igual que los adultos; de esta manera será más claro investigar los orígenes del procesamiento de la voz en el cerebro humano, al igual que sobre los trastornos relacionados, como el autismo.
Para realizar este estudio, cuyas conclusiones se han publicado en la revista científica Neuron, los científicos utilizaron espectroscopía cercana al infrarrojo, para identificar cuándo y en qué región de la corteza temporal, se desarrolla la sensibilidad a la voz humana; compararon las respuestas de la corteza temporal de bebés de cuatro y siete meses, respectívamente.
La respuesta de los bebés de siete meses resultó similar a la de los adultos, pero no la de los bebés de cuatro meses, por lo cuál los investigadores concluyen que el desarrollo del área del cerebro, encargada de la sensibilidad a la voz humana, ocurre en algún momento entre los cuatro y los siete meses, en comparación a la respuesta del cerebro a los sonidos no vocálicos.
La segunda parte y tal vez la más significativa del estudio, consistía en develar si esta actividad en las regiones cerebrales de los bebés, sensibles a la voz, estaban además moduladas por la emotividad con la que se les hablaba.
En los adultos, una parte fundamental de la comunicación está constituida por la sensación que produce en el oyente, la modulación de la voz de quién le habla; estos elementos conforman el contexto de la comunicación, y regulan la respuesta que se dará al mensaje que se recibe. Por ejemplo, no nos resulta indiferente escuchar una frase cualquiera de una persona que se ríe o de una que está enojada o al borde del llanto.
En el caso de los bebés de siete meses que hicieron parte del estudio, los investigadores pudieron notar que la respuesta de su región cerebral sensible a la voz era mucho más activa, cuando escuchaban frases con cierta prosodia emocional, como enfado o alegría. Por lo tanto, los trastornos que impiden el desarrollo normal de estas zonas y que producen en las personas cuadros como el autismo, ocurrirían en el cerebro antes de los siete meses de edad.
A partir de este descubrimiento, podrán enfilarse nuevos estudios con mayores luces, utilizando este método de investigación, para identificar posibles marcadores de los trastornos de manera precoz, en los bebés con mayor riesgo de padecer estas complicaciones del neurodesarrollo.
Vía | Psiquiatría
Foto | Bebés
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