Todos los bebés pueden ser genios
, claro que luego, con el tiempo, nos vamos dando cuenta que, aunque siguen siendo guapísimos, los sobresalientes se resisten, la lectura no apetece y las genialidades se han quedado con las películas de ciencia ficción. Entonces achacamos la culpa a los genes, a que destacará algún día en otra cosa o que los estudios no le gustan demasiado.
Según un informe realizado por expertos en desarrollo infantil, todos los niños nacen genios, solo que con la falta de estimulación, pierden esa genialidad a lo largo del camino. Desde el cuarto mes de gestación y hasta los seis años de edad, los niños son libros en blanco totalmente abiertos para recibir todo tipo de información. Durante este periodo es cuando más interés demuestran y más capacitados están para aprender.
Idelfonso Muñoz es psicólogo infantil y director de «Hands on learning», una escuela de bebés donde fomentan sus capacidades, a fin de conseguir que todo ese aprendizaje temprano llegue a buen puerto. Es por tanto que se trata más de constancia y dedicación que de propia genética.
Así que a fin de conseguir estos objetivos, la escuela que dirige Muñoz se basa en estímulos visuales y auditivos. Para ello es imprescindible fomentar el lenguaje, así como despertar su curiosidad a través de distintos estímulos y actividades que impliquen observación, manipulación y descubrimiento. No debemos olvidar que los niños son curiosos y necesitan llenar esa curiosidad con respuestas, por eso es importante fomentar esos deseos de seguir investigando en la propia vida algo que, a través del juego, les ayudará, no solo a ampliar sus conocimientos sobre todo lo que le rodea, si no también a convertir esa necesidad de buscar y saber, en un aliciente en su vida.
Vía | La Vanguardia
Foto | Sentirme bien